Aunque el Partido Comunista esquiva las comparaciones con el "Periodo Especial" ante el desabastecimiento de alimentos y otros productos que azota toda la Isla, medidas de ahorro anunciadas recientemente despiertan las alarmas entre la población.
Los Consultorios del Médico de la Familia en La Habana confrontan una restricción del consumo de energía eléctrica a 50 kilowatts hora mensuales, según confirmaron varias fuentes del sector.
Un funcionario de un policlínico del municipio Plaza dijo que los recortes en el consumo eléctrico de los consultorios están provocando descontento entre los médicos por las afectaciones directas "en el servicio primario de salud que brindan a la comunidad".
"50 kw/h mensuales no alcanzan, y mucho menos si el consultorio tiene, por ejemplo, autoclave (aparato para esterilizar). Aunque existe la indicación de no usar ante la población la frase 'Periodo Especial', la gente está viendo que la realidad conduce a la misma crisis de los años 90", opinó el funcionario.
Un recorrido por varios Consultorios del Médico de la Familia permitió comprobar que el recorte en el consumo eléctrico de esas entidades del Ministerio de Salud Pública es parte de medidas de ahorro que el Gobierno está imponiendo.
Este racionamiento de electricidad ocurre en momentos en que La Habana busca soluciones para una caída de la llegada de petróleo a la Isla debido a la crisis de su aliado Nicolás Maduro, en Venezuela, y la amenaza que representa la renuncia al poder en Argelia de Abdelaziz Buteflika.
El programa del Médico de la Familia surgió en 1984 para extender la atención primaria en la salud pública con un enfoque preventivo. Sin embargo, en las últimas décadas ha experimentado un retroceso que incluye desde la reducción de profesionales destinados a esa labor hasta el deterioro constructivo de los consultorios.
Las direcciones municipales de Salud Pública agobian a los médicos de la familia con trámites y obligaciones burocráticas que perjudican el tiempo para ejercer su función principal: garantizar la atención primaria a sus pacientes. Es común que estos médicos pidan "traslados a centros de salud con menos responsabilidades", afirmó el funcionario, que pidió mantenerse en el anonimato.
Más burocratismo
Otro funcionario, de la Dirección Provincial de Salud Pública, informó que desde hace un tiempo en los Consultorios de Médico de la Familia se instalaron metrocontadores inteligentes que cortan la energía eléctrica una vez alcanzado el límite programado.
"Todo eso conlleva un papeleo tremendo, pues se supone que cada reloj contador se ajusta a las características particulares de cada consultorio, aunque para todos se estableció el consumo de 50 kilowatts hora mensuales", explicó.
Si un consultorio sobrepase la cuota, el médico debe informar al policlínico de su territorio, cuyos responsables deben redactar un informe dirigido a la dirección municipal, encargada de autorizar el restablecimiento del servicio eléctrico.
"Mientras eso sucede, se afecta más del 70% del servicio que brindamos a la población durante todo el tiempo que dure la tramitación", se quejó una doctora que atiende un consultorio en el consejo popular La Rampa.
Cada médico al frente de un consultorio tiene, entre sus obligaciones, hacer visitas en el terreno, acompañar a los fumigadores, entregar informes sobre casos de fiebre, ir a las reuniones de la campaña antivectorial, atender la consulta y atender en sus domicilios a los pacientes que no pueden desplazarse. Además, deben velar por cada embarazada, exigir las pruebas citológicas, las donaciones de sangre y detectar a familiares irresponsables en el cuidado de sus ancianos.
"Sí, es verdad que nos pidieron ser 'optimistas' ante los pacientes a la hora de explicarles el porqué de los recortes de energía o la falta de materiales o medicamentos… pero la gente no es tonta ni ciega, o dejó de serlo hace tiempo", dijo la doctora.