El Gobierno del presidente Donald Trump impuso este viernes amplias sanciones financieras a Venezuela, que incluye una prohibición a los bancos estadounidenses para realizar transacciones nuevas con el gobierno o con la petrolera estatal PDVSA, reporta AP.
La Casa Blanca señaló en un comunicado que las sanciones "están calibradas cuidadosamente para retirarle a la dictadura de Maduro una fuente crucial de financiación para mantener su régimen ilegítimo, proteger al sistema financiero estadounidense de la complicidad con la corrupción de Venezuela y el empobrecimiento del pueblo venezolano y permitir la ayuda humanitaria".
Un alto funcionario del Gobierno dijo que se impondrían sanciones adicionales si el presidente Nicolás Maduro no cambia de rumbo y accede a los pedidos de la oposición de anular los planes de reformar la constitución, libera a decenas de presos políticos y realiza elecciones libres y transparentes.
En una conferencia de prensa telefónica, el funcionario dijo que Estados Unidos tiene una influencia significativa sobre la economía venezolana, pero no quiere ejercerla de una manera irresponsable que agrave las penurias del pueblo venezolano.
Las medidas anticipan una escalada mayor de las tensiones entre Venezuela y Estados Unidos, y agravarían la crisis económica del país sudamericano.
Las nuevas medidas prohíben las transacciones en bonos emitidos por Caracas y su petrolera estatal. También impiden las transacciones con ciertos bonos existentes en poder del sector público venezolano y el pago de dividendos al Gobierno de Venezuela.
Sin embargo, reflejando la fuerte presión de la industria petrolera estadounidense, no interrumpen la exportación de petróleo venezolano a Estados Unidos, que es crucial tanto para la economía venezolana como para las refinerías estadounidenses.
Anticipando las sanciones, el vicepresidente Mike Pence señaló en un tuit que Estados Unidos "no se quedará de brazos cruzados mientras Venezuela se desploma" y que los venezolanos tienen "el derecho fundamental" a la libertad.
As I said in Latin America last week & Wed. to the Venezuelan community in Miami, @POTUS Trump & USA will not standby as Venezuela crumbles. pic.twitter.com/2kZtAz1ZDB
— Vice President Pence (@VP) 25 de agosto de 2017
Las nuevas sanciones probablemente agravarán una crisis en la cual la economía petróleo-dependiente se ha reducido en alrededor del 35% desde 2014.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, aseguró este viernes que su país no va a permitir el avance de Venezuela hacia una "dictadura" y dejó la puerta abierta a nuevas medidas financieras y diplomáticas contra el Gobierno de Nicolás Maduro, informa EFE.
"No vamos a tolerar la dictadura que está tratando de crear. Y no vamos a respetar su farsa de Asamblea", dijo Haley a los periodistas, poco después de que Washington anunciara las nuevas sanciones contra Venezuela.
La representante estadounidense en Naciones Unidas aseguró que esos castigos envían "un mensaje claro al pueblo venezolano y un mensaje claro a Maduro".
"En este momento nos pareció, dado que no estamos viendo ningún progreso para ayudar al pueblo de Venezuela y vemos más de la toma de poder que Maduro está intentando, que las sanciones eran una opción para mandarle un mensaje", dijo Haley.
El canciller venezolano, Jorge Arreaza, señaló desde la sede de la ONU que las sanciones financieras anunciadas por Estados Unidos son la "peor agresión a Venezuela en los últimos 200 años".
"Quizá Estados Unidos está tratando de promover una crisis humanitaria en nuestro país. ¿Qué quieren? ¿Quieren matar a los venezolanos de hambre?", se preguntó Arreaza en declaraciones a los periodistas en la sede de Naciones Unidas.
David Smilde, sociólogo de la Universidad Tulane y especialista en el tema Venezuela desde hace décadas, dijo que las sanciones que cortan de cuajo el flujo de caja del Gobierno y perjudican a la población probablemente fortalecerán a Maduro en el corto plazo.
"Darán fundamento a su argumento de que Venezuela es blanco de una guerra económica", dijo Smilde.
"Pero dada la calma relativa que reina en las calles y el golpe que ha sufrido la oposición por su incapacidad de impedir la instauración de la Constituyente, las medidas de la comunidad internacional representan la mejor oportunidad para frenar a Maduro", añadió.
El Gobierno de Trump impuso recientemente sanciones financieras y jurídicas contra Maduro y una veintena de sus funcionarios y excolaboradores, acusándolos de quebrantar la democracia, corrupción o violación de derechos humanos, recuerda AFP.
EEUU ha mantenido que las sanciones seguirán hasta que Venezuela vea "restaurada" su democracia, pero hasta ahora, el Tesoro estadounidense no ha aplicado sanciones directas al sector petrolero, el núcleo de la economía venezolana, como la prohibición a la importación de crudo.