El "Cacique Mayarí", creador de un proyecto cultural independiente relacionado con la cultura aborigen en las cuevas de Piedra Gorda, Holguín, está a punto de ver destruido todo lo que ha hecho.
"El pasado viernes, Planificación Física me impuso una multa de 900 pesos. Ya había sido advertido para que destruyera en un plazo de 15 días el caney de hojas de palma, madera y bejucos que con mis propias manos hice para guarecerme del tiempo y acomodar los objetos recolectados. Me exigen que destruya el lugar, porque dicen que es una ilegalidad", declaró a DIARIO DE CUBA.
El joven mayaricero, cuyo nombre es Fermín Olivero Bárcena, tuvo la iniciativa de recolectar piedras en las cuevas, algunas de las cuales pueden tener valor paleontológico, pero no han sido analizadas por especialistas. Él las reúne en su "museo natural", que se ha convertido en un atractivo para visitantes que acuden sin promoción alguna.
Olivero Bárcena se viste de indio, muestra las cuevas, un mirador en un árbol y su caney con objetos recolectados.
"A la gente le encanta por el atractivo natural, la vista del valle mayaricero, los objetos, las cuevas, el mirador en el árbol y mi personaje de indio. Vienen aproximadamente 150 personas semanalmente y a veces muchos más. Es agotador atenderlos y no les cobro", destacó el joven. "Claro que quisiera legalizarlo. Comenzó como un entretenimiento que ha ido creciendo y ya debería ser mi trabajo, pues no tengo tiempo para hacer más nada, llega gente todo el tiempo".
"No sé qué hacer —continuó preocupado—, le escribí al gobierno en Mayarí pidiéndole que me ayude a legalizar este proyecto, que a la gente le gusta mucho".
"Tengo el apoyo de la presidenta del Consejo Popular y en Cultura Municipal dicen que, si me legalizan el área, ellos me ayudan y asesoran. Pero la respuesta ha sido multarme y darme plazo para destruirlo. Yo no puedo hacerlo, es un crimen y la gente sigue visitándome, asombrada de que quieran acabar con esto", lamentó.
"Sigo tratando de que legalicen mi proyecto. No me puedo rendir tan rápido, pero estoy muy desanimado y decepcionado. Estaba construyendo un puente rústico para el acceso al museo, pero ¿con qué deseo puedo seguir trabajando si no veo apoyo, solo obstáculos?".
"Pensé de veras que el gobierno de Mayarí me apoyaría. Creí que si algo le gustaba mucho a la gente, le gustaría también a las autoridades. Aún no pierdo las esperanzas, pero estoy descubriendo que las cosas no son como pensaba. Me siento muy decepcionado y no solo yo, todo el que se entera se siente igual de frustrado", concluyó.
El proyecto del "Cacique Mayarí" ha chocado con la burocracia endémica del sistema cubano y los oídos sordos de las autoridades a los intereses de la población.
El Cacique Mayarí continúa luchando por legalizar su proyecto. Sería perfectamente posible si existiera voluntad política por legalizarle el pequeño terreno que ocupa otorgándole un contrato de usufructo.
El lugar está ubicado en una vieja finca abandonada en esas lomas después de ser intervenida a su dueño con la Reforma Agraria.
Cultura ya ha ofrecido, si eso se logra, convertirlo en promotor cultural comunitario. Pero, aunque no existen obstáculos reales, el gobierno de Mayarí ha elegido el camino de la burocracia y la prohibición. Ojalá haya un cambio de actitud.