Miles de detractores del presidente Evo Morales marcharon este miércoles por las principales ciudades de Bolivia para exigir que se respeten los resultados de un referendo que negó al gobernante la posibilidad de volver a postularse en 2019, al conmemorarse los 36 años continuos de democracia en el país, reporta EFE.
Estos sectores, agrupados en plataformas ciudadanas, partidos políticos de oposición y sindicatos contrarios al Gobierno de Morales, llegaron en marchas desde distintos puntos de La Paz hasta la plaza Mayor de San Francisco, donde horas antes el oficialismo se reunió para apoyar al mandatario.
Los movilizados corearon consignas como "Evo de nuevo, huevo", "democracia sí, dictadura no", o "Bolivia dijo no", en alusión al resultado del referendo de 2016, en el que fue rechazada mayoritariamente una reforma constitucional promovida por el oficialismo para que Morales vuelva a ser candidato en 2019.
Los manifestantes quemaron una caja de cartón que simbolizó la nueva sede del Gobierno, un edificio de 28 plantas inaugurado por Morales en agosto pasado y cuya construcción ha sido criticada por su costo y porque irrumpe en el centro histórico de La Paz.
La movilización fue convocada por organizaciones civiles como el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (CONADE), del que son parte los exdefensores del Pueblo Waldo Albarracín y Rolando Villena, y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia.
Albarracín dijo a EFE que asistieron "todos los que sentimos la democracia, la queremos y la amamos y queremos rescatarla de las garras de políticos inescrupulosos que en diferentes gobiernos, incluido el actual, lo único que han hecho es aprovecharse" para enriquecerse ilícitamente y para reprimir al pueblo boliviano.
"Tengo la esperanza de que en el análisis se diga un antes y un después, antes del 10 de octubre de 2018 y después. Antes, abuso, atropello y corrupción. Después que sea otra cosa y todos debemos construir de manera muy patriótica una nueva Bolivia", sostuvo el también rector de la estatal Universidad Mayor de San Andrés.
La movilización concluyó con un cabildo en el que se aprobó exigir "el cumplimiento estricto del referendo porque emana de la voluntad del pueblo", la libertad de los "presos políticos" y que haya justicia en Bolivia e independencia de poderes, dijo Albarracín.
Los detractores de Morales también demandan la anulación de la recientemente promulgada Ley de Partidos, porque consideran que beneficia al oficialismo y a la candidatura del gobernante.
En la movilización también estuvieron políticos como el empresario y líder de la opositora Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, y el exmandatario Carlos Mesa (2003-2005), quien ha anunciado su postulación para la Presidencia en 2019.
El oficialismo realizó actos en diferentes ciudades del país. Morales se puso al frente de una marcha obrera en La Paz, sujetando la pancarta junto a líderes sindicales, para desfilar hasta un multitudinario acto en el centro de la capital.
El acto fue un alegato en apoyo a la reelección del mandatario, ya proclamado candidato del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS).
"Saludo esta concentración para que sepa la derecha. La derecha viene de la dictadura y los movimientos sociales son los que han recuperado la democracia", dijo Morales, quien quiere seguir en el cargo al menos hasta 2025.
El presidente advirtió que los movimientos sociales que lo respaldan se quedarán "para siempre" al mando del país y desafió a quienes "quieren volver" a gobernar, sin mencionar expresamente a Carlos Mesa.
Aunque el referéndum de 2016 negó la nueva candidatura de Morales, el Tribunal Constitucional de Bolivia avaló su reelección con un fallo emitido en 2017.
Con estas marchas, los bolivianos recordaron que el 10 de octubre de 1982 Bolivia retornó a la democracia, con el inicio de la presidencia de Hernán Siles Zuazo, tras 18 años de dictaduras.