Dos estudiantes murieron en la madrugada de este miércoles tiroteados en un ataque con armas con silenciadores en la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), según denunciaron sus compañeros atrincherados en el recinto, reportó EFE.
La Upoli ha sido blanco de constantes ataques que los estudiantes atribuyen a la Policía y a los grupos de choque oficialistas conocidos como turbas.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) elevó así su lista de fallecidos confirmados de 54 a 58, y constató la denuncia de los sucesos de esta madrugada de la Upoli. Otros organismos humanitarios cuentan 65 muertos a lo largo de la crisis.
Este miércoles al menos 45 ciudades registraban bloqueos, cuando faltaban pocas horas para que se iniciara el diálogo.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, fue recibido más tarde con gritos de "asesino" a la entrada de la mesa de diálogo nacional para intentar superar la crisis que ha dejado también centenares de heridos.
El diálogo se celebra en el Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima, al oeste de Managua, al que Ortega llegó acompañado de su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, en medio de fuertes medidas de seguridad.
La agencia AP reseñó que en el dispositivo se podían contar más de 500 efectivos antimotines.
"¡Asesinos, asesinos, asesinos!", les gritaron a coro decenas de activistas y manifestantes apostados en la entrada del sitio mientras la caravana de seguridad rodeaba los vehículos en los que se trasladaba la pareja presidencial.
"Han matado a nuestros jóvenes, a nicaragüenses que solo reclamaban por un país mejor. Queremos justicia y que se vayan", dijo en medios de lágrimas Juanita Jiménez, activista del Movimiento Autónomo de Mujeres.
La Iglesia Católica ejerce de mediadora en el diálogo, al que ha impuesto la condición de que se revise el sistema político de Nicaragua para lograr una auténtica democracia.
A pesar del anuncio de la instalación del diálogo, Ortega no logró detener los disturbios que se han generado en varios departamentos del país, especialmente en Masaya en el sureste, Matagalpa en el norte y Juigalpa, en el centro.
En la mesa de diálogo nacional participan el Gobierno, estudiantes y representantes tanto de la sociedad civil como del sector privado.
Michael Healy, presidente de la Unión de Productores y Agricultores de Nicaragua, quien participa en nombre del sector privado, dijo que este encuentro debe buscar la democratización del país.
"Lo que buscamos es tener una Nicaragua demócrata. Nadie quiere un yugo y es eso lo que tenemos ahora y no podemos seguir así", dijo Healy a la AP.
"El diálogo es para pedir justicia para las víctimas y la salida de Daniel Ortega del poder, porque no tienen capacidad de dirigir más a este país", dijo a los medios locales Azalea Solís, representante de la sociedad civil.
'Ordene el cese al fuego inmediato'
En el diálogo, varios estudiantes han reclamado a Ortega que no se levante de la mesa "hasta que no ordene a todas las fuerzas policiales y paramilitares que cesen los asesinatos".
"Nosotros hemos puesto a los muertos, a los desaparecidos, a los que están secuestrados", dijo Léster Alemán, representante de la Coalición Universitaria.
"Ordene el cese al fuego inmediato", exigió al mandatario.
"Ríndase ante todo este pueblo. Puede reírse, pero le demandamos el cese al fuego, ahora mismo. Liberación de todos los presos políticos. No podemos dialogar con un asesino, porque lo que ha sucedido es genocidio", zanjó el joven.
Para el representante de la Iglesia Católica, monseñor Juan Abelardo Mata, el presidente de Nicaragua debe retirar a los policías y dejar actuar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en Nicaragua.
"Ha comenzado una revolución, con dolor lo digo", dijo Mata en un resumen de la jornada de El País de Costa Rica.
"Si quiere usted (Daniel Ortega) despuntar la revolución, no es a fuerza de presión, a balas de goma, ni balas de plomo, ni con fuerza de paramiliatares (…) que se escuche al pueblo. Y a los jóvenes les pido, al mismo tiempo, que también doblen la rodilla para que reciban la bendición del Espíritu", añadió.