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América Latina

La tuberculosis se expande por Venezuela junto con la miseria

Médicos y expertos temen una epidemia que traspase fronteras y el descompuesto sistema de salud no sea capaz de contener.

Caracas

A las penurias económicas y la falta de medicinas, los venezolanos han tenido que añadir el resurgimiento agresivo de enfermedades que creían bajo control y que causan muertes, como la tuberculosis.

En las escuelas se enseña a los niños que esa enfermedad mató a Simón Bolívar en 1830. Pero junto a la malaria, la difteria y el sarampión, la tuberculosis se expande ahora que el descompuesto sistema de salud no está preparado para epidemias, advierten médicos y especialistas en enfermedades infecciosas, reporta el diario The New York Times.

Aunque el contagio se producía hasta el momento principalmente en sectores pobres, la tuberculosis ha comenzado a acechar a un segmento más amplio de venezolanos, que incluye a la clase media.

Médicos y especialistas señalan que la mala nutrición, causada por la escasez de alimentos, y el estrés de vivir en crisis permanente pueden estar debilitando el sistema inmunitario de las personas. Esto provoca que sean más susceptibles a contraer la enfermedad.

"La tuberculosis es la sombra de la miseria", dijo José Félix Oletta, exministro de Salud de Venezuela. "Si hay una enfermedad que es un indicador de la pobreza, es la tuberculosis".

El Gobierno venezolano no publica estadísticas sanitarias desde principios del año pasado. No obstante, en dos centros para enfermos de tuberculosis de Caracas la cantidad de pacientes aumentó un 40 por ciento o más. Algunos expertos temen que la tasa de muertes asociadas con la enfermedad también se haya incrementado.

"La tuberculosis está dando duro", dijo Jacobus de Waard, director del laboratorio de tuberculosis en el Instituto de Biomedicina de Caracas, un centro público. "Estamos perdiendo la batalla", dijo.

El programa de prevención y control de la tuberculosis del Gobierno de Venezuela alguna vez fue de los más sólidos del hemisferio y la nación tenía una de las tasas más bajas de infección en Latinoamérica, según los expertos.

Pero conforme se ha ido agudizando la crisis con el mandato del presidente Nicolás Maduro, la tuberculosis se ha salido del control y se han perdido varias décadas de logros.

Los especialistas también han observado el surgimiento de variedades particularmente complicadas de la enfermedad, así como más casos que involucran cepas altamente resistentes a las terapias con medicamentos.

"Todas estas formas de tuberculosis que habíamos olvidado están comenzando a reaparecer", dijo De Waard.

Ahora los expertos temen que el país esté a punto de sumirse en una epidemia de tuberculosis que podría extenderse más allá de las fronteras, pues los venezolanos huyen del país en cifras récord para escapar de la crisis política y económica, posiblemente exportando la enfermedad con ellos.

Sin respuesta

El colapso del sistema de salud de Venezuela limita la capacidad del Gobierno para responder a la epidemia. En meses recientes, algunas zonas del país han comenzado a reportar escasez de los medicamentos para tratar la tuberculosis.

Los especialistas dijeron que el Gobierno llegó a suspender la distribución nacional de antibióticos usados para tratar la enfermedad, supuestamente porque le preocupaba que estuvieran desapareciendo en el mercado negro internacional. La distribución se reanudó después de un paro de tres semanas, pero eso causó interrupciones en el tratamiento de los pacientes.

La falta de equipo y de personal capacitado ha ocasionado que cierren algunos hospitales y clínicas que tenían programas sólidos de pruebas de laboratorio, y algunos de los centros sanitarios que siguen abiertos han documentado tendencias preocupantes.

De 2013 a 2015, cerca del 5% de los pacientes adultos evaluados anualmente en la clínica de tuberculosis y el centro de pacientes ambulatorios del Hospital Dr. José Ignacio Baldó, en Caracas, fueron diagnosticados con la enfermedad, según Zhenia M. Fuentes, coordinadora de la clínica. Para el último trimestre de 2017 esa tasa había aumentado a cerca del 9%, y en enero se incrementó más, a casi el 14%.

Los expertos alertan que, con la desintegración del sistema de salud, hay poco que se pueda hacer para evitar que la tuberculosis aumente hasta quedar fuera de control.

Se supone que los principales hospitales públicos de Venezuela cuentan con programas de pruebas de detección de tuberculosis, pero muchos están diezmados o han tenido que cerrar.

Entre los millones de venezolanos que han huido al extranjero en la década pasada hay muchos médicos talentosos. Solo en el Hospital José Ignacio Baldó, la cantidad de neumólogos para pacientes adultos ha caído de 15 a seis.

El año pasado, debido a la falta de insumos, los técnicos del Hospital Dr. Rafael Quevedo Viloria, un importante centro público del estado Trujillo, al noroeste del país, dejaron de realizar pruebas básicas, y comenzaron a enviar a los pacientes a otra ciudad, a cuatro horas en transporte público.

Muchos no podían pagar el precio del pasaje y nunca fueron, dijo Miguel Fernández, quien dirige el programa de tuberculosis en el hospital de Trujillo.

De seis hospitales públicos importantes en Caracas que respondieron a solicitudes de información, solo tres aún realizan pruebas de detección de tuberculosis, aunque no en el rango completo requerido.

"Una ruptura ética"

Los neumólogos alabaron a la actual directora del Programa Nacional de Prevención de la Tuberculosis por sus esfuerzos para mantenerlo a flote, incluyendo el uso de su propio dinero para pagar insumos necesarios para los cultivos de detección.

Sin embargo, dijeron que la funcionaria, Mercedes España, no puede hacer mucho debido a la falta de compromiso por parte del Gobierno de Maduro para lidiar con la crisis de salud en el país.

"Hay una ruptura ética", dijo el exministro Oletta, y acusó al Gobierno de mostrar una mayor preocupación por sus posturas políticas que por la Salud Pública.

Hizo hincapié en que el Gobierno rechaza publicar las estadísticas de salud, al parecer porque teme los costos políticos de las malas noticias. "El resultado es más injusticia sanitaria, más sufrimiento de las personas, más muerte", señaló.

En el laboratorio de tuberculosis que dirige De Waard cada mañana la gente comienza a hacer fila para que le realicen pruebas o le den sus resultados.

"En el pasado, venían para descartarla", dijo De Waard. "Ahora vienen a confirmarla".

Los expertos creen que un alto porcentaje de venezolanos ya podría ser portador de una tuberculosis latente, y que la desnutrición en aumento, la ansiedad y otras adversidades están debilitando el sistema inmunitario de las personas y activando la enfermedad.

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