El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este martes que todas las opciones para responder a Corea del Norte están sobre la mesa, después de que el régimen de Kim Jong-un elevara las tensiones al lanzar un misil que sobrevoló Japón, informa Reuters.
"El mundo ha recibido fuerte y claro el último mensaje de Corea del Norte: el régimen ha mostrado su desprecio por sus vecinos, por todos los miembros de Naciones Unidas y por los estándares mínimos de un comportamiento aceptable a nivel internacional", dijo Trump en un comunicado emitido por la Casa Blanca.
"Las acciones amenazantes y desestabilizadoras solo intensifican el aislamiento del régimen de Corea del Norte en la región y entre todas las regiones del mundo. Todas las opciones están sobre la mesa", declaró el mandatario.
Corea del Norte disparó el lunes un misil balístico de alcance intermedio diseñado para transportar una ojiva nuclear. El proyectil sobrevoló la isla de Hokkaido, en el norte del archipiélago japonés, y cayó en aguas del océano Pacífico, a unos 1.180 kilómetros de la costa japonesa, según información oficial proporcionada por Tokio.
Este martes, Pyongyang advirtió de que continuará con su programa nuclear.
"Tenemos razón de responder con contramedidas duras en el ejercicio de nuestro derecho a la defensa propia y Estados Unidos será enteramente responsable de las consecuencias", dijo el embajador norcoreano ante la Conferencia de Desarme, Han Tae-Song, reportó EFE.
Han sostuvo que la tensión nuclear en la Península de Corea "es el resultado de la política hostil de Estados Unidos y del aumento de la carrera nuclear" contra su país.
Dijo que Pyongyang "no ha tenido otra alternativa que fortalecer su disuasión nuclear para afrontar esta amenaza".
El diplomático afirmó que los ejercicios militares anuales que realizan actualmente Estados Unidos y Corea del Sur "son una preparación para la guerra y para un ataque preventivo" contra Corea del Norte.
Acusó al Consejo de Seguridad de la ONU de haber ignorado las peticiones del régimen de Kim Jong-un para discutir esas maniobras y que se conmine a los dos países participantes a interrumpirlas.
Insistió en que cualquier acción de su país será "en defensa propia".
Tras el lanzamiento del misil que sobrevoló territorio japonés, el Ejército de Corea del Sur llevó a cabo ejercicios de bombardeos aéreos cerca de la frontera con Corea del Norte.
Seúl desplegó cuatro cazas F-15K que lanzaron bombas sobre un objetivo situado próximo a la frontera desmilitarizada que separa a las dos Coreas (DMZ), con el objetivo de "mejorar las capacidades de destruir al liderazgo enemigo", según el portavoz de la Presidencia surcoreana, Yoon Young-chan.
Las maniobras se llevaron a cabo después de que el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, ordenara a su Ejército "exhibir sus capacidades para sobrepasar las fuerzas norcoreanas en caso de ataque", señaló el portavoz en declaraciones recogidas por la agencia Yonhap.
En la misma línea, el portavoz del mando conjunto de las fuerzas surcoreanas, el oficial Roh Jae-chon, advirtió que Corea del Norte se enfrentará a represalias si continúa con sus ensayos armamentísticos, y señaló que el nuevo test supuso "otra flagrante violación" de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
El de este lunes fue el decimotercer lanzamiento de un misil balístico por parte de Corea del Norte en lo que va de año.
Provocó que Estados Unidos, Corea del Sur y Japón pidieran una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU, solicitud a la que se ha unido la Unión Europea (UE).