Aviones, tanques y miles de soldados y civiles armados se desplegaban este sábado en Venezuela en ejercicios que el presidente Nicolás Maduro ordenó hace dos semanas ante la "amenaza" del Gobierno de Donald Trump, informa AFP.
Maduro y su ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, dieron comienzo al "Ejercicio Soberanía Bolivariana 2017", convocado hace dos semanas tras la advertencia de Trump de intervenir militarmente ante la grave crisis política y económica venezolana.
"Pueblo y FANB (Fuerza Armada Nacional Bolivariana) asumen la defensa del territorio y de la soberanía", escribió el mandatario en Twitter.
Al llamado del Clarín de la Patria, Pueblo y FANB asumen la defensa del territorio y de la soberanía, con la valentía de los Libertadores pic.twitter.com/YLGeBVCXU3
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) 26 de agosto de 2017
La jornada del sábado incluyó prácticas de francotiradores del Ejército, la Armada, la Guardia Nacional y la Milicia, y el domingo se realizarán maniobras de combate, dijo el ministro.
Rodeado de decenas de soldados en una zona montañosa de Macarao (suroeste de Caracas), Padrino dijo que "va a ser un ejercicio de gran provecho para la defensa integral del país" frente a la "agresión del imperio".
En el despliegue, que según el alto mando activa una "fase de alerta", participan unos 200.000 efectivos de la FANB, junto con 700.000 milicianos, reservistas y civiles.
Con los francotiradores de nuestra FANB hemos iniciado desde temprano el Ejercicio Soberania Bolivariana 2017! #EsHoraDeDefenderLaPatria pic.twitter.com/J4UGSvfJDj
— Vladimir Padrino L. (@vladimirpadrino) 26 de agosto de 2017
Apoyo militar
Maduro ya había convocado en el pasado a ejercicios similares, frente a lo que denuncia como un complot de Washington para invadir Venezuela y apoderarse de su riquísima reserva hidrocarburífera.
El viernes, un decreto de Trump prohibió negociar deuda emitida por el Gobierno venezolano y por su estatal petrolera PDVSA, lo que Maduro calificó como una "brutal agresión" que abonaría el terreno para una posible intervención estadounidense.
Padrino señaló que la FANB, a la que Maduro ha dado gran poder económico y político, apoya "todas las medidas que se pongan en práctica para contrarrestar el bloqueo financiero" y las intimidaciones a las que, según dijo, la Casa Blanca someterá a "gobiernos débiles y cipayos para asfixiar a Venezuela".
Trump advirtió el 11 de agosto que analizaba "una opción militar", aunque desde entonces altas figuras de su Gobierno han desalentado esa posibilidad.
La embajada de Washington en Caracas advirtió a los estadounidenses radicados en Venezuela resguardarse ante las maniobras, alertando sobre el riesgo que implica la participación de civiles armados.
Especialistas: Los ejercicios militares son 'simple propaganda'
El mandatario plantea los ejercicios como un desafío a Estados Unidos, pero la especialista en materia militar Rocío San Miguel los califica como "simple propaganda" que "Maduro necesita".
A lo interno, "para elevar los costos de cualquier deslealtad en la FANB, asunto que preocupa al sistema de inteligencia", y a lo externo, "para reafirmar el discurso antiimperialista que encuentra solidaridad en la narrativa latinoamericana", comentó San Miguel a la AFP.
A principios de agosto, una veintena de hombres (entre ellos tres oficiales) atacó una estratégica guarnición militar en Valencia (180 km al oeste de Caracas) y robó armas. Los líderes de la operación, en la que murieron dos de los alzados, fueron capturados.
Maduro también "necesita hacer creer que Rusia, su principal vendedor de armas, constituye un aliado en materia de defensa, elevando el costo estadounidense de cualquier intervención militar", apuntó San Miguel.
Maduro enfrenta fuerte presión internacional, que aumentó tras la instalación de una Asamblea Constituyente que él impulsó y que rige el país como un suprapoder. Estados Unidos y una docena de gobiernos latinoamericanos la califican como un paso hacia una "dictadura".
Sanciones
En medio de las tensiones, Estados Unidos impuso los primeros castigos económicos contra el país, tras sanciones individuales contra Maduro y otros funcionarios, acusados de quebrar "el orden democrático" y "violar derechos humanos" en las protestas opositoras que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio.
Maduro convocó a las empresas de Estados Unidos que compran petróleo venezolano a una reunión "urgente" en Caracas, así como a los tenedores de bonos de deuda venezolana, de los cuales 62% son de ese país.
Según el presidente, Venezuela tiene "mercado seguro" para vender los 800.000 barriles diarios de petróleo que coloca en Estados Unidos. Su producción total se ubica en 1,9 millones.
"Le tiendo mi mano a los inversionistas estadounidenses, a los que están en Venezuela y a los que quieran venir", agregó.
El mandatario acusó a dirigentes opositores de promover las sanciones de Washington, por lo que pidió a la corte suprema y a la Constituyente abrirles un "juicio histórico por traición a la patria". Particularmente señaló al presidente del Parlamento de mayoría opositora, Julio Borges, quien en los últimos meses viajó a Estados Unidos y otros países del hemisferio en busca de respaldo.