'...cuando llovía tan decimonónicamente en Nueva York. Como ahora. Lluvia del diecinueve. Lluvia antes de la telefonía y casi antes de la electricidad. Lluvia pincelada de una sonrisa que se le iba quedando sin labios.'
'La primera noche que ella llegó a este mundo, llovía a cántaros, como nunca llueve en Saint Louis. El cielo lloraba un aguacero de La Habana. Su madre y yo, también llorábamos.'
Se trata de 'un diario de crónicas contraculturales que constituye la venganza radical de un autor que escapó del castrismo cubano solo para terminar atrapado en el castrismo académico norteamericano'.
El académico Rubén Gallo publica un libro con opiniones como: 'en Cuba todo termina resolviéndose: solo hay que ser creativo y perseverar' y 'en esa isla es tan fácil ser feliz que allí me quedaría para siempre'.
'Sus siglas FC coinciden con las de Fidel Castro. Pero nuestro FC en Washington es un niño cubano bueno, un hombre que nunca se animó a envejecer mientras veía a Cuba alejarse en el horizonte de la historia como una nave de los locos.'
'A veces pienso que las cartas, y no la novela, debieran ser tanto la historia íntima, como la educación sentimental de cualquier nación. Archivo país. Archivo memoria emocional, emocionante.'
Este libro 'puede ayudar a romper la red de desconfianza que existe entre los cubanos, es un intento de coexistencia en libertad', dice Enrique del Risco.