A fines de los 60 y en la década siguiente, en Cuba un grupo de poetas se dedicó a sepultar autores con sus epitafios, y un novelista fabricó trabalenguas de retratos de escritores.
Juan Carlos Tabío cuestiona que el periodismo y el arte deban 'comenzar con la coletilla del imperialismo y el bloqueo', tal y como exigen Atilio Borón y Rodríguez Rivera.
El libro de Delfín Prats fue censurado y destruido. Su autor fue anulado por décadas, mientras los jóvenes poetas conocían de memoria sus poemas. La editorial madrileña Betania acaba de reeditar este libro maldito, que puede descargarse gratuitamente.