El Tribunal Provincial de Guantánamo rechazó este lunes la celebración de un nuevo juicio al periodista independiente Roberto Jesús Quiñonez Haces, quien había apelado a esa instancia y ofrecido evidencias que el Tribunal Municipal decidió pasar por alto.
En la notificación que el tribunal entregó a Quiñones Haces, los jueces Amalio Alfaro Matos, Yadira Giro Hernández y Julio J. Tamayo Arévalo indicaron que decidieron "no celebrar vista oral" y que dictarán sentencia sin atender a las pruebas reproducidas en el Tribunal Municipal.
Tampoco los jueces aceptaron escuchar a las personas que el acusado propuso como testigos, quienes según el comunicador "pudieran haber esclarecido importantes aspectos de un juicio en el que no me permitieron ejercer los más elementales derechos del debido proceso."
"De esta forma el Recurso de Apelación que he presentado ante el Tribunal Provincial no tiene ninguna garantía de que va a ser analizado con equidad y profundidad, porque los jueces no van a tener a su disposición otros elementos de prueba que ofrecerían una versión de los hechos muy diferente a la aceptada por el tribunal que me sancionó", apuntó Quiñones Haces en un texto publicado por Cubanet.
"Estoy absolutamente convencido de que en estas condiciones resulta muy difícil —por no decir imposible— que la sentencia dictada en primera instancia resulte modificada. Así que estoy preparado para lo peor", lamentó.
Quiñones Haces, quien fue condenado a un año de cárcel por presuntos delitos de desobediencia y resistencia a las autoridades, había presentado la pasada semana un recurso de apelación con el que buscaba obtener un nuevo juicio.
"Estoy pidiendo que el Tribunal Provincial (de Guantánamo) me acepte las pruebas que me rechazó el Tribunal Municipal, y estoy pidiendo la celebración de la vista de apelación", dijo a EFE el periodista de Cubanet.
El comunicador intentó presentar como pruebas a su favor en ese juicio las evidencias de la golpiza que le propinaron agentes de la Seguridad del Estado cuando el pasado 22 de abril intentó reportar el proceso penal al que sometieron las autoridades de Guantánamo al matrimonio de pastores Ramón Rigal y Ayda Expósito, procesados por educar a sus hijos en casa.
"No admitieron las pruebas que presenté sobre las lesiones que me provocaron con esa golpiza. Dicen que fueron lesiones autoinfligidas", dijo Quiñones Haces.
Las autoridades judiciales interpretaron que el reportero se había resistido al arresto, por lo que le impusieron una multa que se negó a pagar, al considerarse inocente. El miércoles 7 de agosto el tribunal lo condenó a un año de privación de libertad sustituido por trabajo correccional con internamiento.
"No les voy a cumplir ningún campamento de trabajos forzados. Si quieren sancionarme que me manden para la cárcel. Tampoco les voy a aceptar ninguna sanción subsidiaria o multa. Me tendrán que llevar para la cárcel y serán responsables de lo que me ocurra", declaró el periodista.
El caso ha adquirido relevancia internacional y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que representa a más de 1.300 publicaciones del continente, criticó al Gobierno de Cuba, al que acusó de "perseguir periodistas" y censurar, según su presidenta, María Elvira Domínguez, directora del diario El País de Cali, Colombia.
Además, decenas de organizaciones, medios de comunicación e individuos, entre ellos periodistas y defensores de derechos humanos, exigieron del régimen cubano respeto y garantías de los derechos del periodista independiente a través de una declaración apoyada por el capítulo mexicano de la ONG internacional Artículo 19.
En torno al comunicador existe un ambiente represivo. Días atrás, el periodista de DIARIO DE CUBA Yoe Suárez fue arrestado por la Policía después de visitar el domicilio de Quiñones Haces en Guantánamo, con la intención de entrevistarlo.