Tomás Núñez Madariaga fue trasladado este jueves hacia la prisión de Boniato, en Santiago de Cuba, después de lo cual depuso la huelga que había iniciado hace 18 días.
Yenisey Jiménez Reina, la activista que se encarga de Núñez, dijo que "primeramente fueron a visitarlo dos agentes de la policía política muy conocidos en Palma Soriano, Santiago de Cuba, que se hacen llamar Adolfo y Norberto".
Según Jiménez, "le pidieron que abandonara la organización, se negó", pero "finalmente cedieron y terminaron trasladándolo desde Cuncuní hacia la prisión de Boniato".
En conversación con DIARIO DE CUBA el opositor Carlos Amel Oliva alertó de que "la situación de malos tratos y degradación por las que atravesaba Núñez Madariaga en el centro de reclusión anterior puedan repetirse en el nuevo destino".
"La cárcel a la que fue trasladado es una prisión de máxima severidad, desde donde se han reportado en muchas ocasiones golpizas a presos políticos. Hay que estar muy pendientes del trato que va a recibir Tomás en esta prisión", insistió.
Núñez Madariaga, de 66 años, fue condenado primeramente a seis meses y cuando estaba a punto de cumplir su sentencia, "una semana antes de ser liberado, le incrementaron la pena a cuatro meses. En ambas ocasiones procesado por impago de multas arbitrarias", precisó Oliva.
El martes, la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) "emplazó" a Mariela Castro y a la institución que ella dirige, el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), "a pronunciarse por el caso del activista" ante el acoso que sufría en la prisión "por su preferencia sexual", según comunicó el propio líder del frente juvenil de la organización.
El CENESEX es criticado con frecuencia porque su defensa de los derechos de la comunidad LGBTI no alcanza a los grupos críticos y a opositores al régimen.
Desde que llegó a Cuncuní, según declaraciones de Jiménez y Oliva, los presos comunes no paraban de acosar al activista por su condición sexual.
Ambos opositores denunciaron que Núñez estaba siendo víctima de tratos degradantes por ese motivo, incluso lo habían dejado sin cama durante dos ocasiones, en una de ellas durante toda una semana. Jiménez detalló que el activista de la UNPACU sufrió "otros maltratos". No le habían prestado atención médica durante varias crisis de gastritis que padece.