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REPRESIÓN

Una familia con orden de desalojo sufre hostigamiento por denunciar su situación a la prensa independiente

La Policía le está haciendo visitas, aunque haber dado a conocer su caso ha frenado la medida de expulsión por ahora.

La Habana

Una familia con orden de desalojo está sufriendo el hostigamiento de las fuerzas del régimen por haber denunciado su crítica situación habitacional ante la prensa independiente.

Bisaida Azahares, la madre de la familia, recibió la amenaza de desalojo de la casa donde ha vivido por más de diez años en el reparto Siboney. Notificó de ello a la prensa independiente y desde entonces ha recibido varias visitas del Jefe de Sector de la zona y el de una oficial del Departamento Técnico de Investigaciones (DTI).

"Han venido a preguntar y cuestionar sobre porqué decidí acudir a periodistas independientes, en el caso del Jefe de Sector él conoce de este caso desde hace tres años, porque ya llevamos cuatro años que somos considerados por las autoridades como residentes ilegales cuando tenemos toda la documentación que demuestra lo contrario", señaló Azahares a DIARIO DE CUBA. 

Asimismo, añadió que la oficial del DTI le cuestionó el hecho de haberse reunido con "periodistas contrarrevolucionarios".

Azahares respondió a la funcionaria que lo seguiría haciendo porque había acudido a todas las instancias gubernamentales y la Dirección Municipal de la Vivienda le había expresado que la orden de desalojo era inapelable a cualquier nivel y debía ejecutarse.

La medida de "extracción forzosa" (el eufemismo que utilizan las autoridades para evitar mencionar la palabra desalojo) llegó a manos de Bisaida Azahares el 17 de diciembre del pasado año cuando ya su esposo Nelson Cabrera hacía seis meses se encontraba en Arabia Saudita como colaborador médico. 

Según aseguró la mujer, su esposo decidió irse a la misión porque la presidenta del gobierno municipal de Playa le había prometido protección. Sin embargo, ese cargo gubernamental fue asumido por otra persona y los Cabrera Azahares quedaron totalmente desprotegidos.

"Hasta el momento la denuncia a la prensa que he realizado ha paralizado el posible desalojo, pero tampoco tengo una respuesta definitiva de la situación de mi vivienda", dijo muy preocupada.

Azahares, que tiene dos hijos adolescentes, contó a DDC que vive con una incertidumbre y estrés muy grande, pues su hijo suspendió un año escolar producto de todas las tensiones vividas y teme de posibles represalias contra su esposo cuando regrese de vacaciones a Cuba.  

La casa donde vive esta familia forma parte de unas 17 mansiones pertenecientes al Ministerio de Salud Pública en la exclusiva barriada de Siboney y que ya el actual ministro del ramo, Roberto Morales Ojeda, ordenó desvincularlas y que pasaran a propiedad de sus residentes. 

El único caso donde esa medida no se encuentra en ejecución es la residencia de Nelson Cabrera porque según su esposa hay personas con mucho dinero interesadas en ese inmueble en su totalidad, el cual está dividido en tres hogares distintos.

Azahares resaltó, también, el tratamiento tan distinto que ha recibido por parte de los organismos gubernamentales la vecina de los altos de su casa.

Esta mujer decidió emigrar a Estados Unidos en el año 2012, sin embargo, "cuando supo que podía hacerse dueña de la casa se repatrió y en menos de un mes había recuperado todos sus derechos. Adquirió el título de propiedad de la casa la cual era anteriormente medio básico de la Universidad de Ciencias Médicas".    

"Si mi vecina y los demás pueden ser dueños de la vivienda ¿por qué nosotros no? ¿Por qué desean sacarnos de una vivienda que hemos ocupado legalmente durante más de diez años?", concluyó Bisaida Azahares.

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