Alrededor de un centenar de Damas de Blanco fueron detenidas este domingo en varias provincias para impedirles asistir a misa, informaron fuentes de la disidencia interna.
Berta Soler, líder del grupo femenino, dijo a DIARIO DE CUBA que en La Habana fueron arrestadas más de 50. Unas 43 lograron llegar a la Iglesia habanera de Santa Rita.
"Fuerte represión hoy contra Damas Blanco en La Habana, Santiago de Cuba y Holguín. Más de 100 mujeres arrestadas y maltratadas para que no vayan Iglesia", denunció en su cuenta en Twitter la opositora Martha Beatriz Roque
Soler dijo que también hubo arrestos en Matanzas y Guantánamo. "En Bayamo, solo una mujer pudo llegar a misa", afirmó.
La líder de las Damas de Blanco acaba de regresar a la Isla tras una gira por Europa que incluyó una visita al Parlamento Europeo y el la cual denunció la situación los derechos humanos en la Isla.
Más de 15 mujeres fueron detenidas en Matanzas, según los informes del sindicalista independiente y exprisionero del Grupo de los 75 Iván Hernández Carrillo.
Hernández Carrillo denunció además la detención de una decena de activistas locales de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), entre ellos su líder, Félix Navarro.
A la representante de las Damas de Blanco en Matanzas, Leticia Ramos Herrería, quien recientemente acusó al cantautor oficialista Tony Ávila de participar en actos de represivos contra el grupo femenino, las autoridades le "levantaron un acta de advertencia por amenaza, desordenes público y otros cargos", que ella "se negó a firmar", dijo Hernández Carrillo.
34 años de la masacre de río Canímar
La oleada represiva coincide con el aniversario 34 de la masacre del río Canímar, en Matanzas, que activistas y exiliados recordaron este domingo en las redes sociales.
Los opositores resaltaron que el aniversario se cumple a pocos días de otro, el del hundimiento del remolcador 13 de Marzo, hecho en el que murieron unas 40 personas, entre ellos una decena de niños, el 13 de julio de 1994.
Activistas y exiliados han llamado a conmemorar el hundimiento del remolcador los próximos 12 y 13 de julio.
Según un informe del Archivo Cuba sobre la masacre del río Canímar, ocurrida el 6 de julio de 1980, tres jóvenes armados —los hermanos Silvio y Sergio Águila Yanes, de 18 y 19 años, respectivamente, y Roberto Calveriro, de 15 años— secuestraron la embarcación XX Aniversario, dedicada a excursiones turísticas de cubanos, para desviarla a Miami.
Sergio Águila, quien cumplía el Servicio Militar Obligatorio, sustrajo las armas para el secuestro.
Uno de los guardias de seguridad del barco se resistió y fue herido de gravedad en un tiroteo con los jóvenes, quienes lo enviaron a tierra en un bote, con un pasajero que no quería irse, indica el informe.
El resto de los ocupantes del barco con capacidad para cien personas, entre los que había varios niños con sus padres, se dirigieron al mar.
El documento de Archivo Cuba, una entidad dedicada a sistematizar la información sobre los crímenes del régimen, señala que la llegada a tierra del bote con el herido habría alertado a las autoridades locales, y Julián Rizo Álvarez, entonces secretario del partido comunista de la provincia de Matanzas, habría dado órdenes de evitar la fuga como "fuera necesario".
El barco turístico fue atacado por lanchas patrulleras y un avión del Ejército, que abrieron fuego contra ella. "Algunos padres cargaron en alto a sus hijos con la esperanza de evitar un ataque", señaló en Archivo Cuba.
Finalmente, una embarcación del Gobierno embistió al XX Aniversario hasta hundirlo. "Según algunos informes, solo regresaron a tierra a 10 sobrevivientes", indicó Archivo Cuba. Los muertos, por disparos o por ahogamiento, "se estiman en 56 víctimas, pero el número oficial nunca se ha sabido", añadió.
Varias versiones indican que uno de los secuestradores, Sergio Águila, se suicidó antes de hundirse la embarcación, pero otros relatos apuntan que una lancha de la Marina cubana lo sacó del agua, "posiblemente con vida aún".
El régimen condenó a Silvio Águila Yanes y Roberto Calveriro León a 30 años de cárcel. "Testigos informaron que se les sometió a tortura psiquiátrica con drogas psicotrópicas", según Archivo Cuba.
"No se sabe si se recuperaron cadáveres, ya que ninguno fue devuelto a los familiares para su funeral y sepultura", agregó. "A los sobrevivientes se les ordenó guardar silencio y se les prohibió que jamás se reunieran más de dos. Se les amenazó con someterlos a juicio como cómplices del secuestro si decían algo", dijo la entidad.
La importancia de este suceso "es que nos sirve por una parte para determinar que el hundimiento del remolcador 13 de Marzo no fue un hecho aislado, sino apenas uno de los puntos más sobresalientes en una política sistemática encaminada a reprimir por todos los medios —incluido el asesinato— a los que intentaban escapar de la Isla", opinó este domingo en su blog el escritor Enrique del Risco.
"La otra es que explica mejor el hundimiento del remolcador al funcionar como una suerte de ensayo general: quien tomó la decisión de hundir el remolcador (y dada la transcendencia de la decisión lo más lógico es que fuera el propio Fidel Castro) debió recordar la escasa repercusión internacional de la masacre ocurrida catorce años antes y pensar que, en efecto, serviría como gesto intimidatorio a nivel interno sin que el precio a pagar en términos de relaciones públicas fuera demasiado caro", consideró.