Villa Clara y Las Tunas disputarán la final del campeonato de béisbol cubano después de que ambos liquidaran a sus rivales en el quinto partido de los playoffs semifinales, informa la prensa oficial de la Isla.
Este miércoles, los villaclareños noquearon 12-2 a Sancti Spíritus con un despliegue ofensivo de 14 hits.
Poco antes, los Leñadores de Las Tunas habían doblegado 4-3 a Ciego de Ávila para convertirse en los primeros clasificados.
La gran final del campeonato cubano comenzará el próximo sábado en el estadio Julio Antonio Mella, de Las Tunas, cuartel general de los Leñadores, con un posible duelo de lanzadores entre los derechos Erlys Casanova, por los dueños de casa, y Alaín Sánchez por los anaranjados villaclareños.
Dirigido por Eduardo Pared, Villa Clara irá en busca de su sexta corona nacional, luego de las conquistadas en 1983, 1993, 1994, 1995 y 2013.
Para oficializar su pasaporte al duelo por el trono, los anaranjados apalearon sin piedad a los Gallos espirituanos en el quinto partido de la serie, que comenzó en la noche del miércoles y finalizó en la madrugada de este jueves.
El derecho Freddy Asiel Álvarez tiró el juego completo y cosechó el crédito del triunfo, su segundo en la presente postemporada, el número 18 de por vida en etapas de juegos extra y el 101 en series nacionales, reportó la agencia estatal Prensa Latina.
Con el madero brillaron Stayler Hernández, William Saavedra y Yurién Vizcaíno, todos con tres carreras impulsadas, mientras Norel González remolcó dos anotaciones vitales, con las cuales Villa Clara tomó el control del partido en el tercer inning.
En el partido que los llevó a la final, los Leñadores de Las Tunas, vigentes subcampeones nacionales, estuvieron empatados con los avileños hasta las postrimerías, cuando un error del jardinero Oscar Colás les permitió marcar la carrera de la victoria y la clasificación.
En el mismo primer capítulo, Las Tunas tomó el mando del choque con un rally de tres carreras, coronado por cuadrangular con dos hombres en bases del receptor Yosvani Alarcón, ante el derecho Lázaro Blanco, considerado por muchos como el mejor lanzador del país.
Los Tigres de Ciego de Ávila descontaron dos rayas en el segundo capítulo, impulsadas por triple de Yorbis Borroto, y un inning más tarde lograron empatar el duelo a tres anotaciones por bando.
A partir de ahí, Blanco y el abridor zurdo de los tuneros Yoanni Yera se enfrascaron en un duelo sin admitir libertades hasta el séptimo episodio, cuando Colás, el superprospecto cubano, cometió el fallo y provocó la ruptura de la paridad en el pizarrón del estadio José Ramón Cepero de esta ciudad.
Ciego de Ávila fue incapaz de marcar carreras en el último tercio del partido y finalmente claudicó ante sus adversarios.
Yera, quien cubrió los primeros ocho innings del choque con seis ponches, diez hits permitidos y tres carreras soportadas, se acreditó el triunfo, mientras el diestro Yoelkis Cruz sacó los tres outs en la novena entrada sin permitir libertad alguna y se llevó el punto por juego salvado. Blanco cargó con el revés.
Las Tunas se metió así por segundo año consecutivo en la gran final del campeonato. En la campaña pasada cayó ante Granma en siete desafíos.