Científicos cubanos calificaron este martes como "poco riguroso" y "no concluyente" el estudio publicado horas antes por la Universidad de Pensilvania (Penn), que aprecia una presunta pérdida de materia blanca cerebral en diplomáticos de EEUU afectados por misteriosos problemas de salud en La Habana.
"Los propios autores del trabajo reconocen que el estudio no es concluyente y no tienen explicación para sus hallazgos", explicó en rueda de prensa el director del Centro de Neurociencias de Cuba, Mitchell Valdés, reportó EFE.
El doctor, que pertenece a un grupo de científicos que estudia estos incidentes desde que se reportaran por primera vez en febrero de 2017, reconoció que no es usual comentar tan rápido una publicación científica, pero lo han hecho "debido a su repercusión mediática" y para "prevenir interpretaciones erróneas".
Hasta 26 funcionarios y diplomáticos de EEUU y 14 de Canadá destinados en La Habana han presentado desde principios de 2017 síntomas como lesiones cerebrales, mareos, dolores de cabeza y falta de capacidad de concentración por motivos que aún se desconocen.
Ambas embajadas redujeron al mínimo su personal por este motivo y, en el caso de EEUU, autoridades calificaron los incidentes como "ataques" acústicos o sónicos, lo que causó fuertes tensiones diplomáticas bilaterales.
El estudio de la Universidad de Pensilvania publicado este martes concluye que los cerebros de los afectados presentan menos materia blanca y menos conectividad en las áreas de la visión y la audición en comparación a los de personas sanas, si bien desconocen si esto está relacionado con los citados síntomas o con su estancia en Cuba.
Los científicos cubanos también argumentaron en su réplica que los cambios descritos por el estudio de la Penn son "pequeños, difusos y no se corresponden a un cuadro coherente", opinión que coincide con las primeras impresiones de otros expertos en neuroimágenes de varios países.
Los cubanos también alegan que las variaciones en la materia blanca en las muestras puedan presentar errores de medición o que haya influido el estado psicológico de los pacientes, por lo que entienden que no es posible llegar a conclusiones claras y finales a partir del citado estudio.
El profesor de imágenes médicas del University College de Londres, Derek Hil, indicó al diario español El País: "Este exhaustivo trabajo es intrigante pero no concluyente: puede proporcionar evidencias de que se produjeron cambios cerebrales tras la exposición a un arma en Cuba. Pero los resultados deben tratarse con cuidado. El trabajo por sí mismo no prueba que haya daño cerebral y mucho menos nos dice lo que realmente le sucedió al personal de Estados Unidos en Cuba".
Por su parte, la subdirectora para EEUU del Ministerio de Exteriores cubano, Johana Tablada, aprovechó para criticar las decisiones tomadas por EEUU en los últimos dos años a causa de los incidentes de salud, como cerrar los servicios consulares, expulsar a diplomáticos cubanos o emitir alertas de viaje a la Isla por presunta peligrosidad.
"De lo que sí hay evidencia es que Cuba es un país seguro para diplomáticos estadounidenses y de cualquier país", insistió Tablada.