Tres personas murieron este lunes en las cercanías de Cabonico, localidad rural del municipio Mayarí, Holguín, al impactar un ómnibus de pasajeros contra un jeep.
Los fallecidos se nombran Mirian Acosta Campdesuñer, de 73 años, y Mirella Reyna Acosta, de 58 años, ambas del municipio de Frank País; y Juan Pablo González Rojas, chofer del jeep, vecino de Nícaro, reportó Telecristal.
El suceso se produjo durante la madrugada de este martes. El reporte no indica si hubo lesionados ni ofrece otros detalles sobre las causas del siniestro.
Un segundo accidente ocurrió el lunes en la tarde, cerca del poblado de Cautillo, provincia de Granma, cuando un ómnibus de pasajeros impactó contra una ambulancia.
La noticia fue dada a conocer por Leonel Ramos en su muro de Facebook, donde compartió varias fotos del lugar de los hechos. En su comentario aseguró que, según algunos testigos, "no hubo fallecidos", si bien el chofer de la ambulancia presentaba "heridas leves".
Entre los foristas, algunos comentan que el chofer de la ambulancia y una enfermera que viajaba en el vehículo "están en Bayamo siendo atendidos", así como que la segunda "tuvo fractura de clavícula, fue la que peor salió".
Ninguna publicación oficial sobre el asunto ha ofrecido otros pormenores del accidente.
El propio Leonel Ramos comentó que el ómnibus siniestrado cubría la ruta Santiago de Cuba-Sancti Spíritus y que la ambulancia venía de Jiguaní, Granma.
Este fin de semana, uno de los accidentes masivos más sangrientos en lo que va de año causó tres fallecidos después que en la madrugada del domingo un automóvil invadiera la senda peatonal del Malecón de La Habana, atropellando a decenas de transeúntes.
El suceso dejó también más de una veintena de heridos, uno de los cuales falleció este lunes mientras era intervenido quirúrgicamente.
En 2018 se registraron 10.070 accidentes en Cuba, que provocaron 683 muertos y 7.730 heridos, con una frecuencia promedio de uno por cada 52 minutos, según datos de la Comisión Nacional de Seguridad Vial.
Aunque esa cifra supone una pequeña reducción con respecto a 2017, el país arrastra un alto índice de siniestralidad atribuido, entre otros factores, a la avanzada edad del parque móvil (la mayoría de los vehículos en circulación tienen más de 20 años, y muchos, más de 60) y al mal estado de las carreteras por un mantenimiento deficiente.
Entre las principales causas de los accidentes, la Comisión Nacional de Seguridad Vial identifica los adelantamientos indebidos, el no prestar atención al control del automóvil, la violación del derecho de vía, los excesos de velocidad, la conducción bajo los efectos del alcohol y los desperfectos técnicos.