La doctora alemana Monika Krause, la autora que destapó para los cubanos el mundo de la sexualidad desde una perspectiva científica y alejada de pruritos moralizantes, murió el lunes en su domicilio de Glücksburg, Alemania, tras una lucha corta pero ardua contra un tumor en la cabeza, informó su hijo, residente en Bruselas.
"Mami se nos fue hoy. En febrero le diagnosticaron un tumor en la cabeza. La operaron y salió bien. A la semana estaba en casa, entera. Comenzó quimio y radiación hace cinco semanas. Lo llevaba con heroísmo, con fuerza y ganas de ganar la batalla. Su última batalla, de tantas que dio en esta vida", escribió Julian Daniel Jiménez Krause en su perfil de Facebook.
Jiménez precisó que colapsó diez días atrás. "Desde entonces estaba inmóvil e ida, hospitalizada. Cada día de mal en peor".
"El sábado fue el día de despedirnos. Su esposo, mi hermano y yo nos despedimos de ella. Cada uno y los tres a vez, con la emoción rompiéndonos el pecho. Yo hablé largo con ella. Abría los ojitos y me miraba. Le dije cuánto la amo, cuánto la admiro, cuánto le debo. Le cogí las manos y le canté 'Dame la mano y danzaremos'. Se le salieron dos lagrimones. La besé en la frente, en las mejillas, en las dos manos", añadió en un sentido mensaje.
"Es brutalmente duro. Tan rápido, súbito. Hace dos semanas pasé el fin de semana con ella: cocinamos, hablamos, paseamos. Harry su esposo haciendo planes de vacaciones con ella. Hoy mami encontró la paz y por la tarde se entregó al Universo. Nosotros, sus dos hijos y su esposo Harry, estuvimos a su lado", concluyó.
Poco después del triunfo de enero de 1959, Krause, ciudadana de la antigua RDA, se enamoró del capitán de barco cubano Jesús Jiménez, enviado a Rostock para hacerse cargo de un buque mercante.
La joven estudiante de 20 años de entonces decidió seguir a su capitán en su travesía hacia Cuba, donde muy pronto alternaría con las más altas esferas del Gobierno. Se desempeñó incluso como traductora de Fidel Castro.
Krause fue cofundadora con el doctor y pedagogo Celestino Álvarez Lajonchere, en 1972, del Grupo Nacional de Trabajo de Educación Sexual (GNTES) en Cuba, precursor del CENESEX que dirige hoy Mariela Castro Espín.
Inició su difícil labor poco tiempo después de que Fidel Castro declarara como "lacras" a los homosexuales y pusiera coto y silencio a cualquier tema relacionado con el sexo en la educación cubana.
A pesar de todo, su fama como promotora de educación sexual se extendió por toda la Isla con un programa de radio y televisión propios.
La alemana emprendió en el país del machismo una lucha en favor del derecho de la mujer sobre su cuerpo: por el derecho al placer sexual, al aborto y a la prevención del embarazo. Transgresora de tabús, se hizo famosa como "la reina del condón": querida y respetada por unos, odiada y temida por otros.
Krause se buscó problemas incluso con Vilma Espín a raíz de la publicación del libro El hombre y la mujer en la intimidad.
Luego de 25 años en Cuba, extenuada de incomprensiones y del freno constante a su trabajo decidió regresar a su país.