El tren que cubre la ruta La Habana—Holguín debe reanudar su servicio en el segundo semestre del actual año, publicó el diario oficial Granma.
Según la información, ese servicio, que se encuentra suspendido desde 2006 debido al deterioro de las locomotoras y coches que hacían el recorrido, contará con nuevas máquinas de fabricación china.
Una parte de los coches será de primera clase, por lo que deben disponer de aire acondicionado, circuito interno de televisión y asientos confortables; mientras que los de segunda tendrán ventiladores y ventanillas aptas para abrir y cerrar.
Granma asegura que los baños de los coches, según las descripciones, también son elegantes y reúnen todas las condiciones.
De acuerdo con Ada Iris Quevedo Hernández, jefa del Departamento Comercial de la Empresa de Ferrocarriles Holguín, en un primer momento los viajes serán cada tres días.
Los 12 coches que tendrá el convoy, incluyendo el coche cafetería, serán remolcados por nuevas locomotoras y podrá trasladar 720 pasajeros.
Según Quevedo Hernández, en el trayecto Holguín—La Habana, el tren hará paradas en Cacocum, Las Tunas, Camagüey, Ciego de Ávila, Guayos, Santa Clara, Colón, Matanzas y Jaruco. Al retornar, mantiene esas e incluye una en Florida, Camagüey.
En marzo pasado, el Ministerio del Transporte cubano anunció que a partir de los meses de verano comenzará además a prestar servicio un nuevo tren de pasajeros en la ruta Santiago-Habana.
Según dijo en Santiago de Cuba el ministro de Transporte Eduardo Rodríguez Dávila, este tren viajará en días alternos cubriendo una de las rutas más extensas y demandadas que recorren la Isla.
Ambos anuncios apuntan a resucitar un sistema de transporte casi extinto en Cuba, aunque hasta hace dos décadas era el principal medio de traslado de personas.
Mientras que en 1992 los trenes cubanos trasladaban 33 millones de pasajeros, en 2016 esa cifra había caído hasta los 7,8 millones, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
En la década de los años 2000, la Empresa de Ferrocarriles de Cuba hizo inversiones por 600 millones de dólares, e importó locomotoras desde China y vagones de segunda mano desde Irán, México y Alemania.
Las diversas tecnologías de esos donativos y la carencia de piezas de repuesto para ellos hizo que tuvieran una corta vida útil.
En 2015 se emprendió también la recuperación de las vías férreas, cuando la llamada línea central fue prácticamente reconstruida. Además, el Consejo de Ministros reformó la estructura administrativa del sector y creó un Sistema Ferroviario integrado por la Unión de Ferrocarriles de Cuba, la Administración de Transporte Ferroviario y la Policía Ferroviaria.
A mediados de 2017, se anunció que la Isla iba a comprar a Rusia 308 coches de pasajeros y 75 locomotoras de mediana o baja potencia. Pero hasta el momento solo han llegado algunos lotes de estas últimas y se espera que el resto siga ingresando al país hasta 2021.
También se anunció la modernización de las principales vías del sistema ferroviario cubano con la colaboración de Rusia, en un proyecto en el que se invertirán unos 1.054 millones de dólares hasta el año 2030, a cargo de la compañía estatal de ferrocarriles RZD Internacional.
En 2018, el MITRANS reconoció que solo dos tercios de los trenes nacionales salían en su horario y menos de la mitad logra completar su trayecto en el tiempo programado.