Aun con las limitaciones actuales, Cuba "tiene potencialidades y está en el camino de mejorar la eficiencia de la economía de la empresa estatal y de la economía en general", dijo a los participantes en el XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC, sindicato controlado por el régimen) Marino Murillo Jorge, jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo de los Lineamientos del Partido Comunista para la economía y la sociedad de la Isla.
Murillo, considerado uno de los principales artífices de los ajustes económicos de la etapa de Raúl Castro, repitió así a los trabajadores lo que el régimen lleva décadas diciendo y, una vez más, no aclaró cuánto falta para que acabe ese camino hacia la "eficiencia".
El funcionario dijo que el Gobierno "prepara 22 nuevas medidas para fortalecer el sistema empresarial estatal del país, y de la economía en general, como parte de la actualización del modelo cubano", informó la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN).
Una de esas medidas "es desarrollar una institución financiera para propiciar el desarrollo empresarial, que asegure el capital de trabajo y permita establecer esquemas de encadenamientos productivos", añadió. El reporte no precisó detalles sobre lo que esto quiere decir.
Asimismo, dijo Murillo, "se operarán esquemas cerrados de financiamiento a nivel de empresa y se fomentará el prefinanciamiento de ciertas producciones, entre otras alternativas".
Sobre el sistema empresarial del país, el funcionario recordó que está dividido en tres niveles: Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial (OSDE), las empresas y las Unidades Empresariales de Base (UEB), y aseguró que en referencia a este particular, se estudian otras medidas para fortalecer la empresa estatal.
Al margen de este esquema funcionan las empresas de los militares, más eficientes, y sobre las que el Gobierno tendría escaso control. Conglomerados como el Grupo de Administración Empresarial (GAESA), que poseen algunos de los negocios más lucrativos del país, no rinden cuentas, al menos públicamente.
Murillo dijo que del VI Congreso del Partido a la fecha se han aprobado 206 políticas, y de ellas, 47 con posterioridad al V Pleno del Comité Central del Partido de 2018, cuando se fijaron las prioridades de trabajo hasta el 2021.
Según la ACN, mencionó algunas de las "deficiencias en el proceso de planificación e implementación" de los Lineamientos del Partido: "visión limitada de los niveles de riesgo y falta de metas e indicadores medibles en las políticas aplicadas", entre ellas.
Además la falta de "seguimiento y control, que resultó en demoras para corregir desviaciones; la lentitud en la elaboración de nuevas normas jurídicas y las insuficiencias en la capacitación de los ejecutores".
Por otra parte, Murillo anunció que se darán a conocer otras medidas para "flexibilizar" el sector privado, y volverlo "realmente un complemento efectivo para la empresa estatal socialista".
Dijo que se potenciarán los vínculos entre ambas formas de gestión.
El Gobierno utiliza el eufemismo "cuentapropismo" para referirse al sector no estatal y evitar así la palabra "privado". Lo presenta como un complemento de la actividad estatal y se asegura de limitar su crecimiento.
La CTC es el único sindicato legal en Cuba y responde a los intereses del Gobierno y el Partido Comunista, que tutelan y dirigen sus actividades.
Así, a la jornada del XXI Congreso realizada el sábado asistieron José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista; Salvador Valdés Mesa, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, los comandantes de la Revolución Ramiro Valdés y Guillermo García, y Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular.