Un nuevo grupo de emigrantes cubanos deportados por México llegó este martes a La Habana, según informó la agencia oficial Prensa Latina.
El reporte no precisó la cantidad de repatriados, aunque indicó que en menos de un mes son aproximadamente 300 los deportados, en cinco vuelos de la Policía Federal mexicana.
No obstante, EFE informó que el nuevo grupo estaba integrado por 32 emigrantes que habían salido de la Isla de manera legal pero se convirtieron en migrantes irregulares en su recorrido por países de América del Sur y Central hasta México, con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
Este grupo se suma a los 148 cubanos devueltos el lunes por la misma razón y a otros dos grupos, uno de 50 emigrantes, el 5 de abril, y otro de 66, el 27 de marzo.
Este mismo miércoles, cerca de 800 cubanos partieron de Tapachula, en el suroriental estado mexicano de Chiapas, rumbo a Ciudad de México, en la caravana denominada Viacrucis Migrante 2019.
Con la leyenda "Por la dignidad y el respeto de los derechos humanos" pretenden romper a bordo de autobuses turísticos el cerco que ha establecido el Gobierno mexicano en los puestos de revisión sobre la carretera federal desde Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala, hasta el vecino estado de Oaxaca.
Uno de sus objetivos es llegar a Ciudad de México para presentar una denuncia ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por una serie de irregularidades a las que se han enfrentado miles de cubanos al solicitar un salvoconducto para cruzar el país.
De allí, los miembros del contingente pretenden arribar a Ciudad Juárez, estado de Chihuahua, y Tijuana, Baja California, para tramitar su salida legal del país e ir hacia Estados Unidos.
"Los cubanos ya no tenemos palabras pero sí fuerzas para continuar y lograr nuestro objetivo, que es llegar hasta los Estados Unidos", dijo Denis Hernández Barbosa.
Los migrantes responsabilizan a las autoridades de México de lo que les pueda pasar a los integrantes de esta caravana.
"Hago totalmente responsable al Gobierno mexicano de nuestra integridad física y moral", manifestó Hernández.
El migrante expresó su esperanza en que "México no se deje manipular, que se mire en el espejo de Venezuela, que por dejarse manipular por la dictadura cubana está en una total crisis y no sabe cómo salir de ella".
La Secretaría de Gobernación y el Instituto Nacional de Migración emitieron el martes un comunicado para informar que en la localidad de Mapastepec, Chiapas, fue instalado un campamento donde atiende a migrantes en proceso de regularización para que puedan permanecer en el país, y que una vez se les otorgue la tarjeta de visitante regional con permiso laboral podrán emplearse en los estados del sureste mexicano.
Y el Instituto Nacional de migración informó este miércoles que en Mapastepec no se están entregando tarjetas de visitante por razones humanitarias, como mencionan algunas fuentes.
Aclaró que una vez que se ha realizado la evaluación de la situación de las personas registradas, se notificará a los solicitantes la imposibilidad de recibir este documento, pero que tendrán la opción de recibir la tarjeta de visitante regional como recurso para regularizar su estancia en México.
"Nosotros no nos queremos quedar en México, y menos en el sureste. No buscamos trabajo. Nosotros necesitamos llegar a la frontera norte y no nos doblegaremos a las exigencias del Gobierno mexicano", dijo al respecto Hernández.
Aseveró que la Constitución mexicana les da el derecho de transitar libremente en el país.
"Este es un derecho que tiene todo migrante del mundo, hacia donde quieran ir. Yo no me puedo quedar aquí para complacer al Gobierno mexicano", puntualizó.