Miguel Díaz-Canel se encargó de recibir con un apretón de manos a cada uno de los 211 médicos que regresaron a Cuba la madrugada de este viernes en el primer vuelo de la operación lanzada hace unos días por el Gobierno después de que pusiera fin a su participación en Más Médicos.
"Regresan dignos nuestros compatriotas convertidos en más que médicos porque supieron llegar con desinterés, altruismo y con entrega plena a los lugares donde no había asistencia médica, a los lugares donde nadie quería ir para curar y atender enfermedades, y porque fueron capaces de animar el alma de miles de brasileños y dieron la prueba de confianza y el cariño que no habían recibido muchos de ellos en su vida", dijo Díaz-Canel, citado por el diario oficial Juventud Rebelde.
El gobernante acudió al Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana junto a una comitiva en la que también se encontraba el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal.
"Llegan más que médicos porque estuvieron en el país sudamericano guiados por el humanismo, lo cual no pueden comprender quienes defienden el neoliberalismo y demostraron que un mundo mejor es posible, como pedía y confiaba Fidel", escribió el medio estatal citando al gobernante cubano.
"Estamos en vísperas del segundo aniversario de la desaparición física del líder histórico de la Revolución Cubana y en ese propósito que tenemos todos de que Fidel perdure y esté siempre presente, estas actitudes y ejemplos son lo que hacen eso posible por lo tanto este también es un homenaje al Comandante en Jefe", añadió Díaz-Canel.
Asimismo, prometió "nuevas tareas en la Patria y en otras misiones" y dijo estar seguro de que estos médicos "siempre van a representar muy alto la Salud Pública Cuba".
Por su parte, Portal Miranda, ministro de Salud Pública, aseguró que hace cinco años, cuando se inició el programa Más Médicos en Brasil, el Gobierno no imaginó que enfrentaría "las circunstancias que los condujeron hoy a estar aquí".
Volvió a responsabilizar al presidente electo Jair Bolsonaro y sus "pronunciamientos amenazantes y provocadores" del fin de la participación del Gobierno en el programa.
El presidente electo demandó la comprobación de las capacidades de los especialistas a través de un examen de reválida, salario integral (La Habana se queda con el 75%) y la posibilidad de que los profesionales llevaran a sus familias a Brasil.
Según el ministro, Bolsonaro "estaba dispuesto a afectar la atención de salud de más de 30 millones de brasileños" y consideró que "nunca se había ofendido tanto y en tan corto tiempo a nuestra escuela de salud y a nuestros profesionales".
Portal Miranda también dijo a los galenos que su "retorno a la patria no es un final, sino un nuevo comienzo".
"Ustedes pueden sentirse orgullosos por el deber cumplido. El pueblo cubano los recibe como lo que son, verdaderos héroes de esta Patria. Una patria que no se amedrentará jamás ante las amenazas y las provocaciones, ni permitirá afrenta alguna a la dignidad y el prestigio ganado con la sangre de sus mejores hijos…", concluyó.
A pesar de que los medios oficiales hacen referencia al tema desde la perspectiva de una "cobertura especial" del asunto, callan las denuncias que otros medios han hecho en días pasados en torno a las tensiones que viven los miles de galenos que son evacuados desde Brasil.
Han recibido órdenes de no viajar fuera del estado en que se encuentran ni salir de los municipios mientras dure la operación de regreso. Participantes de la misión señalan que hay personal de la Seguridad del Estado en Brasil, a cargo de controlar a los cooperantes.
Las autoridades quieren hacer control de daños ante la oferta de asilo político que ha hecho Bolsonaro a los cubanos del programa que no deseen regresar a Cuba.
Entre las medidas de presión patentes en un documento con 19 medidas, distribuido por la Dirección Provincial de Salud de Santiago de Cuba y posteado en las redes sociales, se advierte en el punto 12 que "los colaboradores que no regresen se considerarán desertores y tendrán que esperar ocho años para su entrada al país."
