El Consejo Nacional de Secretarías Municipales de Salud (CONASEMS) y el Frente Nacional de Alcaldes (FNP) de Brasil lamentaron la decisión del Ministerio de Salud de Cuba de retirar sus especialistas del programa Más Médicos, donde trabajan cerca de 8.500 cubanos.
Para ambas organizaciones, con la cancelación de la participación de La Habana en la iniciativa lanzada por la expresidenta Dilma Rousseff en 2013 "más de 29 millones de brasileños serán desatendidos".
"Los cubanos representan actualmente más de la mitad de los médicos del programa. Por lo tanto, la rescisión repentina de estos contratos apunta a un escenario desastroso en al menos 3.243 municipios. De los 5.570 municipios del país, 3.228 (79,5%) solo tienen médicos por el programa y el 90% de la atención a la población indígena está en manos de profesionales de Cuba", señalan en un comunicado.
Enfocados en la atención primaria y en la prevención de enfermedades, CONASEMS y FNP temen que la interrupción abrupta de la cooperación con el Gobierno de Cuba impacte negativamente en el sistema de salud, aumentando las demandas de atención a otros niveles, además de agravar las desigualdades regionales.
Consideran que para un grupo de ciudades pobladas con alta vulnerabilidad socioeconómica "la situación es aún más devastadora". Allí era ubicada la mayor cantidad de médicos cubanos ante la negativa de los profesionales brasileños de cubrir plazas en tales localidades.
CONASEMS y la FNP piden al nuevo Gobierno electo "la revisión del posicionamiento (…) que ha señalado cambios drásticos en las reglas del programa, lo que fue determinante para la decisión del Gobierno de Cuba".
Sugieren el mantenimiento de las condiciones actuales de contratación, repasadas en 2016, por el Gobierno de Michel Temer, y confirmadas por el Supremo Tribunal Federal, en 2017, pese a que han sido tachadas de "semiesclavitud" por políticos brasileños y médicos cubanos.
"Condicionamos la continuidad del programa Más Médicos a la aplicación de test de capacidad, salario integral a los profesionales cubanos, hoy en gran parte destinado a la dictadura, y la libertad para traer a sus familias. Infelizmente, Cuba no aceptó", subrayó Jair Bolsonaro en un mensaje en Twitter este miércoles tras conocer la decisión de La Habana.
En una entrevista publicada recientemente por el periódico Correio Braziliense, el mandatario electo ya había dejado claras sus intenciones cuando criticó que el 75% de los salarios de los médicos cubanos se pagara al Gobierno cubano y que sus hijos no tuvieran permitido reunirse con ellos en Brasil.
Los cubanos hablan
María de los Ángeles, una médica cubana de 46 años que trabaja desde hace cinco años en Uauá, en el nordeste brasileño, dice al diario Folha de S.Paulo que el dinero que recibe es suficiente para mantenerse y ayudar a su madre y a la hija en Cuba.
"Para nosotros vale la pena", añade esta especialista que recibió una carta oficial con la información de que el contrato se daría por terminado.
A Younier Rivera, de 34 años, casado con una brasileña y una hija de dos años, le quedaba un año de contrato en Más Médicos en Pernambuco.
Asegura al medio que se irá a Cuba, pero planea volver a Brasil para vivir junto a su familia, aunque lamenta que cuando regrese lo hará como "desempleado".
Para Rivera y otro médico entrevistado que no ofreció su identidad y "no sabe qué va a hacer" está la opción del asilo que ofreció Bolsonaro.
"Si yo soy el presidente y uno de esos médicos decide pedir asilo, lo tendrá", aseguró el mandatario en una rueda de prensa.
Bolsonaro recordó que los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT), primero con Luiz Inácio Lula da Silva y después con Dilma Rousseff, amenazaron con la inmediata deportación a los médicos cubanos que solicitaran asilo en Brasil y por eso pocos lo intentaron.
"No podemos admitir eso. No podemos amenazarlos como lo hicieron los Gobiernos del PT. Podemos ofrecerles asilo", dijo.
El anuncio de asilo puede beneficiar a parte de los 11.000 profesionales desplegados en el territorio.
Desde el grupo #NoSomosDesertores #SomosCubanosLibres, el médico Alioski Ramires, que abandonó el programa Más Médicos y reside en Brasil, considera que "hoy el (Gobierno de) Cuba se asusta solo de pensar en palabras como libertad, remuneración digna por el trabajo y unidad familiar".
"Cuba no acepta renunciar a su jugosa e injusta tajada, Cuba no acepta que las familias estén juntas, Cuba niega que los cubanos nos presentemos a un simple examen (será que piensa que no somos capaces). Entonces a los lobos se les cae la máscara de corderos, todo provocado por el efecto Bolsonaro, que ya rebasó las fronteras de Brasil", declara.
"Los médicos cubanos libertos residentes en Brasil reafirmamos nuestro compromiso con el pueblo brasileño. Iremos a poner en alto la verdadera solidaridad del pueblo cubano donde nos necesiten. Los médicos libertos estamos dispuestos a trabajar con el Gobierno Bolsonaro para mejorar, ampliar y fortalecer la atención básica del gigante sudamericano", sostiene.