El Gobierno cubano canceló su participación en el programa Más Médicos, iniciativa de la entonces presidenta Dilma Rousseff, y a través del cual ha enviado especialistas a trabajar en Brasil desde 2013.
"El Ministerio de Salud Pública de Cuba ha tomado la decisión de no continuar participando en el Programa Más Médicos y así lo ha comunicado a la Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y a los líderes políticos brasileños que fundaron y defendieron esta iniciativa", señala una declaración publicada en la página oficial de la Cancillería de Cuba.
La nota oficial señala al presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, a quien acusa de realizar "referencias directas, despectivas y amenazantes a la presencia de nuestros médicos" y declarar que "modificará términos y condiciones del Programa Más Médicos"
El MINSAP considera que el mandatario ha "irrespetado" a la Organización Panamericana de la Salud y a lo convenido por esta con el Gobierno de Cuba, "al cuestionar la preparación de nuestros médicos y condicionar su permanencia en el programa a la reválida del título y como única vía la contratación individual".
En una entrevista publicada recientemente por el periódico Correio Braziliense, además de la cuestión de la reválida, Bolsonaro criticó que el 75% de los salarios de los médicos cubanos se pague al Gobierno cubano y que sus hijos no tengan permitido reunirse con ellos en Brasil.
El mandatario no cerró las puertas al programa que ha permitido llevar la atención médica a áreas donde los doctores brasileños no están dispuestos a llegar, pero dejó claro que los galenos cubanos tendrían que recibir su salario completo y tener a sus hijos con ellos.
Para el Gobierno cubano, "las modificaciones anunciadas imponen condiciones inaceptables e incumplen las garantías acordadas desde el inicio del Programa, que fueron ratificadas en el año 2016 con la renegociación del Término de Cooperación entre la OPS y el Ministerio de Salud de Brasil y el Convenio de Cooperación entre la OPS y el Ministerio de Salud Pública de Cuba".
"Estas inadmisibles condiciones hacen imposible mantener la presencia de profesionales cubanos en el Programa", recalca el MINSAP.
Según la declaración oficial, en cinco años de trabajo "cerca de 20.000 colaboradores cubanos atendieron a 113.359.000, en más de 3.600 municipios, llegando a cubrirse por ellos un universo de hasta 60.000.000 de brasileños en el momento en que constituían el 80% de todos los médicos participantes en el programa".
La remuneración a los profesionales de la salud cubanos, superior a los 3.000 dólares, no va directamente a los médicos cubanos, sino al Gobierno de Cuba a través de la OPS, que se queda con el 75% del monto.
El MINSAP insiste que "a los 'colaboradores' se les ha mantenido en todo momento el puesto de trabajo y el 100% de su salario en Cuba, con todas las garantías laborales y sociales, como al resto de los trabajadores del Sistema Nacional de Salud", pero no dice nada de lo que sucede con el salario por los servicios en Brasil.
Médicos y políticos brasileños han tachado de condiciones de "semiesclavitud" algunas prácticas a las que son sometidos los profesionales, quienes padecen vigilancia y otras limitaciones.
Es por ello que unos 200 profesionales cubanos han presentado demandas judiciales para librarse de la tutela de la OPS y del Gobierno cubano.
Para el MINSAP, "no es aceptable que se cuestione la dignidad, la profesionalidad y el altruismo de los colaboradores cubanos que, con el apoyo de sus familias, prestan actualmente servicios en 67 países".
Según datos que proporciona en su declaración, "en 55 años se han cumplido 600.000 misiones internacionalistas en 164 naciones", en las que han participado más de 400.000 trabajadores de la salud, muchos de los cuales han repetido.
"En la abrumadora mayoría de las misiones cumplidas los gastos han sido asumidos por el Gobierno cubano. Igualmente, en Cuba se han formado de manera gratuita 35.613 profesionales de la salud de 138 países", dice el MINSAP, que presenta estos datos como "expresión de vocación solidaria e internacionalista".
En un momento en que La Habana sigue recurriendo a la venta de servicios médicos al mundo, los profesionales de la salud que se ocupan de la atención médica primaria en la Isla son cada vez menos.
Si en el año 2010 los médicos destinados en los Consultorios de la Familia llegaron en Cuba a ser 36.478, en 2017 solo quedaban 13.131; es decir, una reducción del 64% en menos de una década, de acuerdo con una investigación de DIARIO DE CUBA recién iniciada.
A tono con este panorama, en un nuevo plan presentado el pasado mes de septiembre, la OPS se ha propuesto reducir el déficit de 800.000 trabajadores de la salud para satisfacer las necesidades actuales de los sistemas de salud en la región.
Mientras en la Isla se cierran consultorios y policlínicos, la organización recomienda en un informe "mayores inversiones públicas en salud, así como mejoras en las oportunidades de empleo y condiciones de trabajo ofrecidos, especialmente en el primer nivel de atención y en las áreas rurales y subatendidas".