El éxodo de chóferes en el transporte público "afecta seriamente la movilidad" en La Habana, donde al día se dejan de transportar 700.000 pasajeros, lo que significa un déficit de 600.000 pesos cubanos (unos 24.000 dólares), informaron este miércoles directivos de la estatal Empresa Provincial de Transporte (EPTH), reporta EFE.
Actualmente faltan 86 conductores de guaguas, por lo que en la capital (la ciudad más poblada de la Isla) se dejan de realizar diariamente más de 500 recorridos como promedio, dijo a la prensa local el director general de Transporte en la urbe, Juan Julián Caballero.
La "inusitada partida" de estos profesionales cualificados se debe a que reciben "ofertas más tentadoras de salario y de horarios en otros centros de trabajo", unido al aumento de las exigencias y las inspecciones, reconoció Caballero.
A pesar de la responsabilidad y la especialización que deben tener los choferes de transporte público, en su mayoría compuesto por autobuses articulados de gran porte, el salario básico de estos conductores muchas veces no supera los cerca de 29 dólares mensuales establecidos como promedio en el país.
Además, se les exige cumplir una cuota de recaudación por viaje para obtener una gratificación a fin de mes.
Las terminales más afectadas por esta "migración" son las ubicadas en las barriadas periféricas de Alamar, San Agustín, Guanabacoa y Diezmero, según publica este miércoles el diario oficial Juventud Rebelde.
Para aliviar esta problemática el director general de la Empresa Provincial de Transporte de La Habana anunció que en las próximas semanas llegará a la capital cubana un contingente de choferes de otras regiones del país.
Insistió también en que mantienen abierta la convocatoria para todos aquellos que tengan la calificación y deseen ingresar a la plantilla.
Caballero subrayó que pese a las "limitaciones económicas del país, se mantienen las inversiones destinadas a la reparación y recuperación de ómnibus y de las terminales".
Según datos oficiales, diariamente en La Habana se mueven más de un millón de pasajeros en el transporte público, donde un viaje de ida cuesta 40 centavos de peso cubano (un monto que no llega a los cinco centavos dólar).
A pesar del precio barato, la calidad del servicio es mala, según se quejan los ciudadanos. Las guaguas suelen tardar grandes períodos de tiempo y, muchas veces, cuando llegan a las paradas transportan a mayor capacidad de pasajeros que la que pueden albergar.
El transporte público es un tema sensible en Cuba, sobre todo en La Habana, donde viven más de 2,5 de los más de 11 millones de habitantes de la Isla
En la Isla tener un carro no es usual, es un lujo para muchos cubanos cuyo salario apenas sobrepasa los 30 dólares mensuales. Por ello, cientos de miles de personas dependen exclusivamente de los autobuses estatales y las ofertas privadas, estas últimas mucho más caras debido en parte a los altos precios del combustible y las elevadas sumas que los cuentapropistas que arriendan autos deben pagar al Gobierno.