El senador republicano Jeff Flake afirmó el sábado que las autoridades de Estados Unidos no han encontrado pruebas de que los diplomáticos estadounidenses en La Habana hayan sido víctimas de ataques con un arma desconocida, informa la AP.
Flake, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado y desde hace mucho tiempo un destacado promotor de la distensión con el Gobierno de Raúl Castro, se reunió el viernes con altos funcionarios cubanos en La Habana, entre ellos el canciller Bruno Rodríguez y miembros del Ministerio del Interior.
Según el senador, el FBI ha dicho a los cubanos que, después de cuatro viajes a Cuba, sus agentes no han encontrado evidencia de que las misteriosas enfermedades sufridas por los diplomáticos estadounidenses hayan sido resultado de ataques.
Flake dijo a la AP el sábado por la mañana que los informes confidenciales de los funcionarios estadounidenses no dan motivo para dudar de la versión del Gobierno cubano, aunque se negó a revelar el contenido de esos reportes.
Los funcionarios cubanos y del FBI no respondieron por el momento a solicitudes de comentarios, indicó la AP.
Según el Gobierno estadounidense, a partir de 2016 unos 24 funcionarios y sus familiares se enfermaron en sus hogares y en algunos hoteles de La Habana.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, ha dicho que está "convencido de que fueron ataques dirigidos", pero Washington desconoce quién es el autor.
Una decena de canadienses (incluidos diplomáticos y familiares, entre ellos niños) también fueron afectados, confirmaron documentos desclasificados esta semana por Ottawa.
El Gobierno estadounidense retiró a la mayoría de sus diplomáticos de La Habana, con el argumento del riesgo para su salud, y obligó a muchos diplomáticos cubanos a abandonar Washington.
El Gobierno cubano rechaza responsabilidad en el incidente y califica las decisiones de Washington como un golpe injustificado a las relaciones bilaterales, restauradas durante la presidencia de Barack Obama. El Gobierno de Donald Trump acusa a La Habana de incompetencia a la hora de proteger a los diplomáticos extranjeros destinados en su territorio.
"El Ministerio del Interior cubano dice que el FBI les ha dicho que no hay pruebas de un ataque sónico. Aunque se usa ese término, 'ataque', no hay pruebas de tal cosa", dijo Flake a la AP.
"No hay pruebas de que alguien tratara intencionalmente de hacer mal a alguien. Nadie dice que esta gente no experimentó algún trastorno, pero no hay pruebas de que fue un ataque deliberado por parte de alguien, fueran los cubanos o algún otro".
"Como dije, no hablaré sobre lo que he visto en un contexto confidencial, pero nada es incongruente con lo que han dicho los cubanos, y creo que el FBI diría lo mismo", añadió.
Flake, uno de los críticos republicanos del presidente Donald Trump, anunció el año pasado que no aspirará a la reelección en su escaño por Arizona. No ha descartado presentarse contra Trump en 2020.
Varios de los 24 diplomáticos estadounidenses y sus cónyuges denunciaron haber escuchado unos misteriosos ruidos y a continuación haber sufrido pérdida de la audición y zumbido en los oídos, por lo cual algunos funcionarios estadounidenses hablaron de "ataques sónicos". Sin embargo, actualmente las autoridades evitan usar ese término.
Los análisis médicos han revelado que algunos empleados de la embajada mostraron aparentes anormalidades en tramos de la materia blanca que permiten la comunicación entre distintas partes del cerebro, según funcionarios estadounidenses. No se ha demostrado que las ondas acústicas afecten esos tramos.
Washington ha dicho que, además de la pérdida de audición, en algunos casos permanente, los afectados sufrieron mareos, dolores de cabeza, fatiga y trastornos cognitivos.