Pobladores de zonas rurales de San Germán, Holguín, que pierden con frecuencia turnos médicos y se sienten confinados en sus localidades debido al déficit de medios de transporte, se quejan del precio que, sin embargo, cobra el Gobierno por un servicio que está lejos de resolver las necesidades mínimas.
Desde San German hasta la comunidad rural Camilo el pasaje cuesta dos pesos (moneda nacional), aunque los afectados aseguran que desde hace semanas el transporte no llega hasta a su destino final debido al estado del camino, por lo que se ven obligados a andar hasta cinco kilómetros.
Esta comunidad está ubicada a 35 kilómetros de la cabecera municipal y en ella viven unas 5.000 personas. Solo tiene tres salidas por semanas (martes, jueves y sábados), con una frecuencia de dos viajes por día. El transporte debe cubrir diez barrios y es habitual que no haya capacidades suficientes para todos los que las necesitan.
"A los que vivimos en la zona rural nos tocó bailar con la más fea", critica Ana Delia Martínez. "Nadie se acuerda de que existimos, la indolencia de los dirigentes es muy grande".
"Hace alrededor de un mes que el transporte no puede entrar por lo intransitable que está el camino. Cuando anuncian una visita de alto rango del Gobierno, enseguida arreglan el terraplén principal, pero los cinco kilómetros para entrar hasta la Camilo nunca los tocan. En la actualidad solo pueden transitar tractores y animales", añade.
Abelardo Zaldívar, residente en el barrio la Cuba, cercano a la Camilo, considera una "estafa" de la empresa de transporte municipal la situación de sus vecinos, que deben pagar el pasaje completo aunque no puedan llegar a su destino.
Señala también que, cuando alguien se enferma, en muchas ocasiones no aparece ningún tipo de vehículo que pueda trasladarlo a la cabecera municipal.
"Aquí tenemos consultorios, pero no contamos con los medios necesarios para los primeros auxilios, es que ni siquiera en el pueblo existen. El médico viene solo dos o tres veces por semana debido a la falta de transporte. Tampoco puede vivir de forma permanente en el barrio por falta de condiciones mínimas", apunta.
"Uno de los tantos reclamos que hemos planteado en diferentes reuniones es la capacidad del ómnibus (camión) para tantos barrios. Solo pueden viajar 30 pasajeros sentados y 15 de pie", dice un licenciado en Cultura Física que pide no ser identificado.
"Yo padezco tres enfermedades crónicas y he perdido turnos médicos porque cuando el transporte viene de retorno no puede parar por falta de capacidad. Por la misma causa También he perdido la oportunidad de comprar los medicamentos que vienen una vez por semana a la farmacia", lamenta Raúl Pupo.
"Al parecer, a alguien de los jefes le molestó el transporte por ferrocarril y lo eliminaron, ya no quedan ni los carriles; en vez de ir hacia delante, vamos para atrás. A nosotros, que vivimos a 12 kilómetros de la cabecera municipal, muchas veces se nos hace tan difícil como para el que vive a 40 kilómetros".
La comunidad rural Camilo fue próspera en la década de los 80 debido a la siembra y cosecha de arroz, viandas y hortalizas, pero hoy esos cultivos han desaparecido y los pobladores temen que el camino de entrada y el transporte también lo hagan.
San Germán es un municipio de unos 50.000 habitantes, según el último censo poblacional. Las reparaciones de viales efectuadas por el Gobierno en la zona solo han alcanzado la calle principal; las demás nunca han sido objeto de obras.