Del total de 4.623 habitaciones disponibles en la provincia de Sancti Spíritus para el turismo, 1.546 corresponden al Estado y 3.077 son operadas por el sector privado, la mayor parte en el municipio de Trinidad, de acuerdo con datos del MINTUR citados por el periódico oficial Escambray.
Según el medio, "la práctica demostró que el Estado no podía solo dar cobija a los millones de turistas".
Califica el aumento de las capacidades bajo gestión no estatal "como el boom de los hostaleros" y pone como el principal responsable de este fenómeno al Gobierno.
Escambray cita cifras aportadas por la delegación del Ministerio del Turismo (MINTUR) en Sancti Spíritus, según las cuales las agencias estatales Havanatur, Cubatur y Viajes Cubanacán tienen suscritos actualmente 1.014 contratos con el sector privado en las modalidades turísticas de alojamiento, alimentación y de transporte.
Sin embargo, el pasado mes de junio el Gobierno paralizó estos convenios bajo el argumento de "irregularidades en los procedimientos". A principios de noviembre volvió a autorizarlos, pero solo "con carácter excepcional durante la etapa de recuperación de la infraestructura turística afectada" tras el huracán Irma y circunscritos a ciertas actividades como construcción y transporte y carga.
Los hostales administrados por trabajadores privados en Trinidad recibieron a alrededor de 202.170 visitantes extranjeros al cierre de la temporada alta pasada (noviembre 2016-abril 2017), cuando la provincia totalizó casi 422.000 visitantes.
El periódico señala además que el Centro de Capacitación de la Delegación Provincial del MINTUR ha graduado a 110 trabajadores desde 2016 hasta la fecha en los perfiles de dependiente gastronómico, cocinero, camarera y panadero-dulcero y ha ofrecido cursos de habilitación en gestión de pequeños negocios de alojamiento para el arrendador de habitaciones.
Escambray anuncia como un "paliativo", ante la falta de un mercado mayorista para abastecer el sector privado, la ejecución de un centro comercial de nuevo tipo llamado Zona + en Trinidad, que se prevé concluir en algún momento del año entrante.
El pasado 31 de mayo ante la Asamblea Nacional del Poder Popular el vicepresidente Marino Murillo dejó claro que el Gobierno no permitirá la concentración de la propiedad y de la riqueza aunque se autoricen formas de gestión privadas. En sesión posterior también lo ratificó el general Raúl Castro.
Esa "redistribución", uno de los argumentos del Gobierno para justificar su control sobre los principales sectores de la economía, es cada vez más criticada por los cubanos, que no ven el resultado en sus vidas. Muchos trabajadores privados, además, consideran abusiva la política tributaria y ven restringidos sus horizontes a unas pocas actividades permitidas.