El Gobierno levantó la veda a la firma de contratos entre el Ministerio del Turismo (MINTUR) y trabajadores privados y cooperativas no agropecuarias ante la cercanía de la temporada alta y cuando el sector aún se recupera del embate del huracán Irma, según informó Inter Press Service.
La agencia cita la Resolución 62/2017 firmada por Edel Hernández Amboaje, presidente del Grupo Empresarial de Servicios al Turismo (SERVITUR SA), con fecha 14 de septiembre de 2017.
El propio medio había dado a conocer anteriormente sobre la paralización de estos convenios entre el Gobierno y el emergente sector privado, una medida que las autoridades pretextaron fue tomada por "irregularidades en los procedimientos".
Ahora, la nueva disposición autoriza "con carácter excepcional durante la etapa de recuperación de la infraestructura turística afectada", la aprobación y concertación de contratos con trabajadores por cuenta propia (TCP) y cooperativas no agropecuarias (CNA).
Justifica la decisión a partir de "la situación actual del país, y la necesidad de viabilizar la firma de contratos con las formas de gestión no estatal para la pronta recuperación de la infraestructura turística".
La ordenanza circunscribe la aprobación y concertación de contratos a la construcción civil, actividad tecnológica, recursos naturales, así como alquiler de transporte y carga, precisa IPS.
Para ello establece que las sucursales de la empresa podrán hacerlos hasta un monto de 150.000 pesos convertibles (CUC, equivalente al dólar) o su similar en pesos cubanos (CUP, 25 por cada CUC).
En caso de que el convenio sobrepase esa cifra, entonces solo lo podrá autorizar la estatal Emprestur S.A.
Detalla que para la actividad tecnológica, el Grupo de Electrónica para el Turismo (GET) podrá establecer los convenios por un monto superior a los 10.000 CUC o equivalentes en CUP; en caso de que la cifra sea inferior, corresponderá a sus Unidades Empresariales de Base (UEB).
Para la construcción civil y transporte de cargas, autoriza la concertación o aprobación de contratos a la comercializadora ITH SA y al Grupo Empresarial Servisa SA por más de 30.000 CUC o equivalente en CUP y a sus sucursales o UEB por un valor inferior.
Idéntica licencia procede en el caso de la Inmobiliaria para el Turismo Inmotur, encargada de gestionar los contratos para la restauración y decoración por encima de los 150.000 CUC o equivalente en CUP, y por un monto menor a sus UEB.
Trabajo privado bajo control
Poco después de la suspensión de los nuevos contratos decretada en mayo de 2017, otra Resolución, la número 55 del 11 de agosto de 2017, centralizó la firma de nuevos contratos con el sector privado y las cooperativas no agropecuarias en las estructuras centrales de cada entidad empresarial perteneciente a SERVITUR SA.
Como parte del denominado proceso de actualización del modelo económico, en octubre de 2013 el Gobierno permitió que empresas y agencias de turismo pudieran establecer contratos directos con trabajadores privados con licencia para operar casas de alojamiento, paladares y otras actividades de servicio.
Al amparo de la Resolución 145/2013, el ministerio de Turismo dio luz verde para que los hoteles solicitaran el trabajo de albañiles, cerrajeros, plomeros, mecánicos de refrigeración y de equipos eléctricos, reparadores de colchones, tapiceros, de un total de 28 oficios de las formas de gestión no estatales.
Sin embargo, el pasado 31 de mayo ante la Asamblea Nacional del Poder Popular el vicepresidente Marino Murillo dejó claro que el Gobierno no permitirá la concentración de la propiedad y de la riqueza aunque se autoricen formas de gestión privadas. En sesión posterior también lo ratificó el general Raúl Castro.
Esa "redistribución", uno de los argumentos del Gobierno para justificar su control sobre los principales sectores de la economía, es cada vez más criticada por los cubanos, que no ven el resultado en sus vidas. Muchos trabajadores privados, además, consideran abusiva la política tributaria y ven restringidos sus horizontes a unas pocas actividades permitidas.
El Gobierno echa mano ahora del sector privado para poder terminar de recuperar el sector turístico tras el embate de Irma.
El poderoso huracán, con vientos sostenidos de hasta 240 kilómetros por hora, asoló la costa norte cubana el 9 y el 10 de septiembre, donde se localizan los principales polos turísticos.
En las últimas semanas, el Gobierno ha insistido en los medios de comunicación oficiales que la totalidad de la planta hotelera se recuperaría y estaría lista para la denominada temporada alta del sector, que inició el 1 de noviembre.
La campaña propagandística de la prensa estatal coincide con la alerta emitida por el Departamento de Estado de EEUU, para que sus ciudadanos eviten viajar a la Isla, tras los misteriosos ataques acústicos que afectaron a una veintena de diplomáticos estadounidenses en La Habana.
Las autoridades cubanas han insistido que no existen evidencias de tales incidentes y han rechazado su responsabilidad en el caso, aún bajo investigación. Washington, sin embargo, aunque no culpa al Gobierno, sí lo ha hecho responsable de la seguridad de su personal.
Según datos oficiales, en los primeros cinco meses del año, se registró la llegada de 284.565 estadounidenses a la Isla, lo que auguraba romper un récord al cierre de 2017, pues en el 2016 los visitantes de ese país fueron 284.937.