Una empresa mixta cubano-italiana, denominada Industria ARTHIS, construirá una planta que producirá pañales desechables en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZEDM), el centro empresarial y puerto mercante creado en por La Habana para atraer la inversión extranjera, reporta EFE.
La directora de negocios del Grupo Empresarial de la Industria Ligera (GEMPIL), Solangel Guach, anunció este jueves la construcción de la planta durante la 35 Feria Internacional de La Habana (Fihav 2017), la mayor bolsa comercial de la Isla, que concluirá el viernes.
En Cuba no existe ninguna fábrica de pañales desechables y los que se comercializan en las tiendas en divisas son importados y tienen precios elevados en dólares, cuando el salario medio del cubano apenas llega a los 30 dólares.
La instalación comenzará a operar en 2019, será edificada por la asociación creada entre Industrias NEXUS Sociedad Mercantil, de Cuba, y LR Moroni, de Italia, y contará con tecnología de primer nivel en varias líneas de producción, según refirió la directiva de GEMPIL a la oficial Agencia Cubana de Noticias.
En la fábrica se producirán cuatro tallas de pañales infantiles, tres tallas de pañales para adultos y rellenos para reutilizarlos.
Guach indicó que el convenio estará vigente por 20 años y lo consideró una "oportunidad" para insertar en el mercado cubano productos de alta calidad a precios competitivos que cubran las necesidades de las familias.
La empresa mixta cubano-italiana encargada de este proyecto es uno de los 31 usuarios aprobados para operar en la ZEDM, situada a 45 kilómetros de La Habana, que ofrece condiciones laborales y fiscales ventajosas para la instalación de empresas extranjeras y captar capital foráneo.
Del total de proyectos que han recibido la luz verde del Gobierno cubano, 16 son de capital 100% extranjero, ocho son empresas mixtas, cinco son exclusivamente cubanas y dos operan bajo contratos de Asociación Económica Internacional.
En este momento hay una decena de usuarios que operan en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, donde está previsto que a principios de 2018 funcionen otras cuatro plantas. Este lugar está siendo usado por el Gobierno para atraer capital extranjero y darle una inyección a la precaria economía nacional.