Un youtuber español que visitó la Isla denunció la "prostitución oculta" que se ejerce en la Isla y en específico se refirió a la situación que experimentó en un local de La Habana. Se trata del bar restaurante Fantaxy, ubicado en Miramar, Playa, de la propiedad de Sandro Castro Arteaga, nieto del fallecido Fidel Castro, según revelara el pasado mes de abril Martí Noticias.
En uno de los vídeos sobre su viaje a Cuba, el conocido como Carter Vlogs comentó la situación sin divulgar imágenes porque, según explicó, una vez dentro del lugar "no lo dejaron grabar".
El joven español dijo que pudo notar que "había muchas más chicas que chicos" en un local donde la entrada le costó 10 CUC, sin consumo incluido, y "las copas eran muy caras".
Varias veces el youtuber hizo saber que los precios del Fantaxy, que identificó como uno de los lugares más chic y de moda en La Habana, son "una barbaridad" que difícilmente se puedan permitir los cubanos comunes.
"Había mesas reservadas, si te sentabas tenías que consumir una botella que costaba 100 CUC. Lo hacían grupos de amigos que rondaban entre los 40 y 50 años y enseguida venían las cubanas y se ponían a charlar", narró.
Para Carter Vlogs, "hay mucha gente que va al país por ver Cuba, pero hay muchos otros con dinero que van a aprovecharse de la necesidad que se vive allí".
"La prostitución en Cuba es prohibida, pero dejan que pasen cosas. La culpa la tienen también los turistas. Es difícil de entender lo que sucede por cualquiera de las partes", consideró.
Hizo referencia a las necesidades que se pasan en la Isla. Quienes ejercer la prostitución se ven obligados a ello por estas mismas penurias, justificó.
En opinión del joven español, Cuba "es más" que lo que vio esa noche y defendió que "conoció a muchas chicas que no tienen nada que ver con eso". Fue rotundo al afirmar que lo que más le gustó de la Isla fue su gente.
La prostitución y el turismo sexual son problemas que se han disparado en la Isla en las últimas décadas y por los cuales La Habana recibe frecuentemente críticas de Washington y organizaciones internacionales como la Organización de Naciones Unidas.
El CENESEX —que dirige Mariela Castro Espín, hija de Raúl Castro—, atribuye el fenómeno a una "baja percepción de riesgo, la falta de experticia de las autoridades y la tolerancia y la aceptación, en muchos casos, por las familias de las mujeres u hombres que venden sus cuerpos". Desecha, sin embargo, las necesidades derivadas de la situación económica imperante.
El Gobierno, que ha puesto un freno al otorgamiento de nuevas licencias al sector privado en actividades como la restauración y el alquier de viviendas, ha cerrado con anterioridad varios locales como el Fantaxy para lo cual ha utilizado argumentos como el de la prostitución, entre otros.