El canciller cubano, Bruno Rodríguez, cuestionó este martes en La Habana la ocurrencia de los llamados "ataques acústicos" contra diplomáticos estadounidenses; dijo que las medidas adoptadas por Washington ante el daño reportado por 22 de sus funcionarios tienen "un carácter eminentemente político" y acusó a Estados Unidos de dificultar la investigación de los hechos y negar al Gobierno cubano acceso a la información relacionada con estos.
"No existen evidencias de la ocurrencia" de los "ataques". Tampoco "de las causas y el origen de las afecciones de salud notificadas por los diplomáticos estadounidenses y sus familiares", dijo Rodríguez en una conferencia de prensa, horas después de que el Departamento de Estado diera a 15 diplomáticos cubanos siete días para abandonar territorio estadounidense.
Calificó la acción de Washington de "injustificada" y dijo que el Ministerio de Relaciones Exteriores "protesta enérgicamente" contra esta medida que considera "inaceptable".
Rodríguez agregó que la expulsión de los diplomáticos cubanos "solo beneficia a quienes quieren hacer revertir las relaciones" entre La Habana y Washington, y obedece "a oscuros intereses de un puñado de personas".
Rechazó que la salida del personal de la Isla sea una "medida de reciprocidad" y consideró que se trata de una "represalia". Señaló que, tras la reducción forzosa, la situación del consulado cubano en la capital estadounidense será de "extraordinaria precariedad", ya que quedará un único funcionario.
En una aseveración increíble, teniendo en cuenta la vocación de espionaje del régimen, el canciller sostuvo "categóricamente" que desde la creación de la Oficina de Intereses de La Habana en Washington nunca ha habido espías cubanos trabajando en la sede diplomática.
La Habana asegura que 'cumple con toda seriedad y rigor sus obligaciones'
El Departamento de Estado anunció la expulsión de los cubanos después de que el viernes pasado ordenara reducir a menos de la mitad el personal de su embajada en Cuba. El secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo que buscaba equilibrar la operatividad diplomática de ambas legaciones.
Washington no ha culpado a La Habana de los "ataques acústicos", que han dejado daños severos —incluida la pérdida permanente de audición— a algunos de los afectados, pero ha señalado la responsabilidad del Gobierno cubano en la protección de los diplomáticos acreditados en Cuba.
Rodríguez recordó que Estados Unidos ya había expulsado a dos diplomáticos cubanos el 23 de mayo pasado, en protesta por los ataques contra su personal en la Isla, que comenzaron a reportarse en noviembre de 2016.
Es la segunda vez "que el Gobierno de los Estados Unidos responde de manera precipitada, inapropiada e irreflexiva, sin evidencias sobre la ocurrencia de los hechos invocados, en los que Cuba no tiene responsabilidad alguna, y sin que haya concluido la investigación en curso", dijo el canciller.
La Habana ha rechazado en reiteradas ocasiones su responsabilidad en el caso.
El canciller defendió que el Gobierno cubano "cumple con toda seriedad y rigor sus obligaciones con la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas de 1961 en lo que se refiere a la protección de la integridad de los agentes diplomáticos acreditados en el país".
Acusó al Departamento de Estado de escudarse en el anonimato, para filtrar "permanentemente información errónea a la prensa" y presentó la tesis de los ataques como una interpretación de "Cantinflas".
Dijo que las autoridades cubanas "han actuado con suma seriedad, profesionalismo e inmediatez para esclarecer esta situación e iniciaron una investigación exhaustiva y prioritaria por indicación del más alto nivel" del régimen.
Añadió que "se reforzaron las medidas de protección de los diplomáticos estadounidenses, sus familiares y sus residencias; se habilitaron nuevos canales de comunicación expedita de la embajada con el Departamento de Seguridad Diplomática y se creó un comité de expertos" conformado por policías, médicos y científicos.
Acusa a Washington de obstaculizar las investigaciones y negar información a la parte cubana
El canciller describió como "tardía, fraccionada e insuficiente" la información suministrada por los estadounidenses a la parte cubana. Confirmó que Raúl Castro habló personalmente sobre el tema, el 21 de febrero, con el encargado de negocios de la misión diplomática estadounidense.
"Las informaciones entregadas por la parte estadounidense han llevado al comité de expertos cubanos a concluir que (…) el principal obstáculo para el esclarecimiento de los incidentes ha sido la falta de acceso directo a los afectados y a los médicos que los examinaron, la entrega tardía de evidencias y la carencia de valor de estas, la ausencia de una información primaria, fiable y contrastable y la imposibilidad de realizar intercambios con expertos de Estados Unidos", se quejó Rodríguez.
Confirmó también visitas a La Habana de representantes de agencias especializadas de Estados Unidos en junio, agosto y septiembre.
Dijo que el Gobierno cubano les permitió "trabajar en el terreno por primera vez en más de 50 años" y les dio "todas las facilidades, incluyendo la posibilidad de importar equipamiento, como muestra de buena voluntad".
Según Rodríguez, esos expertos reconocieron "el alto nivel profesional" de los cubanos.
Rodríguez responsabiliza a Washington del 'deterioro presente y futuro' de las relaciones
"Hasta el momento, de acuerdo con la información disponible y los datos proporcionados por los Estados Unidos, no existen evidencias de la ocurrencia de los alegados incidentes", enfatizó el canciller.
"Tampoco se han identificado posibles autores ni personas con motivaciones, intenciones o medios para ejecutar este tipo de acciones, ni se ha establecido la presencia de personas o medios sospechosos en los lugares donde se han reportado los hechos ni en sus alrededores", agregó.
Afirmó además que "las autoridades cubanas no están familiarizadas con equipos ni tecnologías que puedan ser utilizadas para este propósito, ni cuentan con información que indique su presencia en el país".
Rodríguez declaró que el régimen está dispuesto "a continuar propiciando una cooperación seria y objetiva", para "lograr el esclarecimiento de estos hechos", pero pidió una "colaboración más eficiente de las agencias competentes de los Estados Unidos".
Responsabilizó a Estados Unidos del "deterioro presente y futuro" de las relaciones bilaterales.
En cuanto a los diplomáticos canadienses también afectados por los ataques, el canciller dijo que las autoridades cubanas se mantienen en contacto y colaboración con sus pares canadienses, sin abundar en el asunto.