Lo que se sabe
—Por lo menos 22 diplomáticos estadounidenses, cinco canadienses y sus familias —incluidos niños— han sido blanco de unos 50 ataques cuyo origen, naturaleza y autor se desconocen.
—Los ataques han provocado afectaciones a la salud que incluyen pérdida permanente de la audición, migrañas, fatiga, deficiencias cognitivas y problemas para dormir. Algunas versiones también mencionaron "lesiones cerebrales leves", aunque estas no aparecen en las más recientes enumeraciones del Departamento de Estado.
—Los primeros ataques se habrían producido en noviembre de 2016.
—Estados Unidos presentó su queja formal inicial a La Habana en febrero de 2017.
—Washington expulsó a dos diplomáticos cubanos en mayo, en protesta por los ataques.
—El primer reporte de prensa sobre estos incidentes se publicó en agosto.
—Los ataques habrían ocurrido dentro de las residencias de los diplomáticos y en hoteles; han sido confirmados hasta el momento el Nacional y El Capri.
—El Gobierno de Donald Trump no ha acusado al de Raúl Castro de perpetrar los ataques, pero sí lo responsabiliza de la seguridad de los diplomáticos extranjeros en la Isla.
—El Gobierno cubano niega implicación y responsabilidad; recientemente ha puesto en duda la existencia de los ataques.
—En una reunión cara a cara, Raúl Castro habría asegurado al diplomático estadounidense de mayor rango en La Habana, Jeffrey DeLaurentis, que está igual de perplejo que los estadounidenses ante lo que ocurre.
—Washington ha ordenado la salida de Cuba de más de la mitad de sus diplomáticos y sus familiares para minimizar la cantidad de personal en riesgo.
—Quedará en la Isla personal de emergencia que se encargará de las funciones consulares y la atención de los ciudadanos estadounidenses en Cuba.
—La emisión de visados queda suspendida indefinidamente.
—Estados Unidos anuncia que los cubanos tendrán que solicitar visados en sus embajadas o consulados en terceros países.
—Los viajes de funcionarios estadounidenses a Cuba se limitarán a los relacionados con la investigación en curso, necesidades de seguridad nacional o de las operaciones de la embajada.
—Washington no enviará delegaciones oficiales a Cuba ni participará en reuniones bilaterales en la Isla por el momento, aunque las reuniones pueden continuar en Estados Unidos.
—El Departamento de Estado recomienda a los ciudadanos estadounidenses no viajar a Cuba por considerar que también podrían estar en riesgo.
—Washington mantiene las relaciones diplomáticas con La Habana.
—Estados Unidos continuará la investigación de los sucesos. El Gobierno cubano ha dicho que también mantendrá sus esfuerzos, aunque ha acusado a Washington de no permitirle cooperar más.
—Washington reconoce los esfuerzos del Gobierno cubano para investigar y su cooperación para facilitar la investigación de los Estados Unidos, sin embargo ha afirmado que le ha restringido la información para evitar filtraciones.
—Viajeros estadounidenses vinculados a funcionarios de la Embajada de EEUU dicen haber experimentado síntomas similares a los sufridos por los diplomáticos.
—Washington expulsa a 15 diplomáticos cubanos de su territorio.
Lo que no se sabe
—La identidad del autor o autores de los ataques.
—Qué aparatos y métodos han sido utilizados.
—Si un tercer país o desertores del Gobierno cubano han estado involucrados en los ataques.
—Si se registró algún ataque dentro de la embajada estadounidense.
—Quién está investigando para Estados Unidos en la Isla. Aunque medios de prensa han publicado que el Gobierno cubano ha permitido la entrada a agentes del FBI, Washington no lo ha confirmado.
—Cuánto ha avanzado la investigación.
—Qué rango tenían todos los diplomáticos atacados, aunque medios han hablado sobre funcionarios de Inteligencia entre las principales víctimas
—Las identidades de los afectados.
—Qué medidas ha tomado el Gobierno cubano para proteger a los diplomáticos que siguen en Cuba.
—Si trabajadores cubanos de la embajada también han sido afectados.
—Qué pasó en la reunión entre el canciller cubano, Bruno Rodríguez, y el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, realizada solo dos días antes de que Washington anunciara la retirada de los diplomáticos.
—Por qué Estados Unidos no sacó antes a sus diplomáticos de la Isla. Una presunta víctima ha criticado a la Casa Blanca en este sentido.