El Gobierno de Estados Unidos ha ordenado sacar aproximadamente al 60% de su personal en Cuba y detener por tiempo indefinido la emisión visados en la Isla, debido al incidente de los presuntos "ataques acústicos" contra diplomáticos estadounidenses y sus familias, dijeron altos funcionaros del Departamento de Estado en una conferencia de prensa.
Precisaron que el Gobierno de Donald Trump ha ordenado que salga todo el personal no indispensable de la embajada de La Habana junto con sus familiares.
Washington también advirtió a sus ciudadanos que no viajen a Cuba porque podrían verse afectados. El Departamento de Estado recordó que algunos de los ataques a diplomáticos ocurrieron en hoteles.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, confirmó la reducción del personal en la Isla, aunque declaró que Washington seguirá trabajando con el Gobierno cubano en la investigación de los "ataques de naturaleza desconocida" sufridos por los diplomáticos.
"Cuba nos ha dicho que seguirá investigando estos ataques, y seguiremos cooperando con ellos en este esfuerzo", dijo Tillerson en un comunicado.
"La decisión de reducir nuestra presencia diplomática en La Habana busca garantizar la seguridad de nuestro personal. Mantenemos relaciones diplomáticas con Cuba y nuestro trabajo en Cuba sigue guiado por los intereses de seguridad nacional y de política exterior de los Estados Unidos", aclaró.
"La salud, la seguridad y el bienestar de nuestra comunidad de la Embajada es nuestra mayor preocupación. Seguiremos investigando agresivamente estos ataques hasta que se resuelva el asunto", dijo.
"Hasta que el Gobierno de Cuba pueda garantizar la seguridad de nuestros diplomáticos, nuestra Embajada será reducida a personal de emergencia para minimizar el número de diplomáticos en riesgo de exposición a los daños", precisó.
En cuanto a la suspensión de los visados, portavoces del Departamento dijeron que una posibilidad sería que los cubanos solicitaran visas en terceros países, pero no aclararon si hay planes de implementar ese procedimiento.
Una vocera del Departamento de Estado citada por El Nuevo Herald afirmó que el programa de reunificación familiar también será afectado, pues se suspende la expedición de todas las visas de inmigrante y no inmigrante.
Estados Unidos dejará también de enviar delegaciones oficiales a Cuba, aunque está de acuerdo en sostener reuniones con representantes del Gobierno cubano en Washington.
Al menos 21 diplomáticos de Estados Unidos y sus familiares han sido afectados en un misterioso episodio que ni La Habana ni Washington han podido explicar, pero que ha dejado problemas de salud que incluyen la pérdida definitiva de la audición, migrañas, fatiga y deficiencias cognitivas. Varios canadienses también se han visto afectados, incluidos niños, según una fuente cercana a la embajada de Ottawa citada por la AFP.
El Gobierno cubano ha negado cualquier papel en el caso, pero durante una reunión el martes en Washington, Tillerson le recordó al canciller cubano, Bruno Rodríguez, la responsabilidad de La Habana en la protección de los diplomáticos.
La evacuación parcial es una muestra de la molestia de Washington por el manejo que La Habana ha realizado del tema y un nuevo golpe a la política de acercamiento del expresidente Barack Obama.
La portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Heather Nauert, dijo el jueves a periodistas que Tillerson —en viaje a Pekín— estaba revisando todas las opciones sobre "cómo proteger de mejor forma a nuestro personal estadounidense" en Cuba.
Miembros del Congreso fueron informados sobre el plan el jueves, dijeron dos fuentes del legislativo citadas por Reuters.
Estados Unidos expulsó este año a dos diplomáticos cubanos destinados en Washington por los incidentes, aunque no ha culpado directamente al Gobierno cubano.