El régimen consiguió finalmente impedir que el opositor Confesor Verdecia, de Mayarí, Holguín, asistiera a la Asamblea de Nominación de Candidatos en la que pretendía postularse para delegado de circunscripción. La "trampa" a la que recurrió fue prohibirle salir de su casa por una conjuntivitis que padeció días atrás.
La asamblea se realizó el viernes por la noche.
Ese día por la mañana "se me apareció en mi domicilio una comisión de Salud Pública integrada por la doctora del consultorio, una enfermera y un especialista en Higiene y Epidemiología. Según ellos, estaban haciendo una pesquisa por el brote de conjuntivitis. Yo les expliqué que tuve conjuntivitis, como casi todo el mundo por aquí, pero que hace varios días estoy curado. Incluso la enfermera dijo que efectivamente me veía bien", relató a DIARIO DE CUBA Verdecia, un "cuentapropista" que se dedica a la recogida de materia prima.
"Pero la doctora y el especialista en Higiene insistieron en que, aun sin notarse, yo continuaba enfermo y debían hacerme un 'ingreso domiciliario'. Me di cuenta enseguida de que se trataba de una trampa de la Seguridad del Estado, usando a estas personas. Lo que pasa es que cuando me detuvieron el sábado pasado todavía tenía síntomas y se les ocurrió esta idea para evitar que fuera a la reunión".
"Me molesté mucho con la insistencia del especialista en Higiene. Cerquita de mi casa vive un oftalmólogo; les pedí llamarlo para que me revisara los ojos y no quisieron. La doctora decía que ella estaba igualmente calificada y consideraba que aún estaba enfermo. Pese a mi protesta, me hicieron un ingreso domiciliario, prohibiéndome salir de la casa; si no, sería multado".
Verdecia dijo que se negó a firmar el documento de inspección sanitaria y así consta en la copia que le dejaron.
Nadie en Mayarí ha recibido una inspección así, a pesar de que el brote de conjuntivitis existe desde mayo pasado.
"A los de la comisión les dije por lo claro que sabía que se trataba de una trampa de la Seguridad del Estado y se hicieron los ofendidos", señaló Verdecia.
"A las 7:45 de la tarde, cuando pretendía asistir a la Asamblea de Nominación de Candidatos, dos hombres con bata blanca, pero que evidentemente eran segurosos, estaban frente a mi casa para impedir que saliera de mi falso 'ingreso domiciliario'. ¡Es algo increíble! No me resistí, solo quise burlarlos y salir con cautela por el patio trasero, pero allí estaban nuevamente".
"En ese momento hice un poco de resistencia y me empujaron, amenazando con inyectarme un tranquilizante si me ponía alterado. Como un chantaje me dijeron que mi enfermedad podía darme esos síntomas de rebeldía. Me controlé y tuve que desistir de ir a la asamblea", comentó.
Vecinos que asistieron a la reunión describieron un despliegue de la Seguridad del Estado. Dos motos y un vehículo parqueados en los alrededores, además de una ambulancia.
Los vecinos dijeron que no sabían si perjudicarían más aún a Verdecia proponiéndolo sin estar presente; además, afirmaron que se sintieron intimidados por la presencia de "personas extrañas" y decidieron "no postularlo".
Verdecia estuvo detenido varias horas el pasado 9 septiembre. En esa ocasión, la Seguridad del Estado lo amenazó para que no se postulara. Más tarde, su CDR se negó a entregarle la boleta de participación en la Asamblea de Nominación.
Todas estas acciones son violatorias de las propias leyes del Gobierno, que establecen que todo cubano mayor de 16 años y sin restricciones de la justicia, tiene "derecho a elegir y ser elegido".
Verdecia forma parte de las decenas de candidatos independientes que planean postularse para delegados del Poder Popular en todo el país. Su caso es otra muestra de hasta dónde está dispuesto a llegar el Gobierno para impedirlo.