Washington sumó dos estadounidenses más a la lista de víctimas del presunto "ataque acústico" que sufrió su misión diplomática en La Habana a finales de 2016, con lo que las víctimas ascienden a 21 personas, informa AP.
"Es posible que el número aumente aún más a medida que se descubren más casos, pues se sigue evaluando al personal", dijo la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
Asimismo, señaló que no se han producido nuevos "incidentes" médicamente confirmados desde el más reciente que tuvo lugar a fines de agosto.
A principios de septiembre, Estados Unidos reveló que había habido otro "incidente" en agosto después de haber dicho previamente que los ataques habían cesado.
El Departamento de Estado de EEUU informó a principios de agosto que su misión en la embajada de La Habana había experimentado síntomas físicos causados por "incidentes" no especificados que comenzaron a finales de 2016. En estos "incidentes" resultaron afectados al menos hasta ahora 21 estadounidenses y cinco canadienses.
Washington ha evitado comentar la condición médica de estos estadounidenses, pese a que la cadena CBS que varios de los diplomáticos pudieron sufrir daños cerebrales y la Asociación de Servicios Exteriores (AFSA por sus siglas en inglés) de EEUU, el sindicato que representa a la diplomacia fuera de territorio nacional, confirmó diagnósticos de leves lesiones cerebrales, pérdida auditiva, junto con síntomas como "alteración cognitiva e hinchazón cerebral".
Aunque Estados Unidos no culpa por ahora al Gobierno cubano de causar el incidente, sí decidió expulsar en mayo a dos diplomáticos de la Embajada de Cuba en Washington, porque considera que La Habana no cumplió adecuadamente su obligación de proteger al personal estadounidense en la Isla.
Una fuente identifica a estos funcionarios como Frank Silva Hernández y Joel Lago Oliva, y dice que pertenecen a la Inteligencia de La Habana.
Sobre estos incidentes, poco se sabe hasta ahora: un número de afectados (que comenzó siendo menos de una decena pero que ya ha llegado hasta la veintena: 21 estadounidenses y cinco canadienses), presuntas afectaciones médicas como daño cerebral y pérdida de la audición, así como la descripción de lo que oyeron los afectados: un ruido "alto y ensordecedor, similar al zumbido creado por los insectos o a un metal arañando el suelo.
Los analistas de Inteligencia se están centrando en dispositivos encubiertos destinados a los hogares de los diplomáticos, alquilados por el Gobierno cubano, que podrían haber causado las lesiones. Y, además, han apuntado a que los diplomáticos fueron afectados por "un sonido inaudible" (ondas ultra e infrasónicas).
Funcionarios han señalado la posibilidad de que este presunto "ataque" fuera responsabilidad de un tercer país. Moscú ha tachado de "absurdas" las acusaciones de estar implicada en estos hechos.