El Departamento de Estado confirmó este jueves que 16 estadounidenses de "la comunidad de la embajada" de EEUU en Cuba han sufrido síntomas por un presunto y misterioso "ataque acústico", aunque subrayó que ignora quién es el "responsable", reporta EFE.
"Podemos confirmar que 16 miembros de la comunidad de la embajada han sufrido algún tipo de síntoma, y han sido tratados en Cuba y EEUU", indicó Heather Nauert, la portavoz del Departamento de Estado, en una rueda de prensa.
Entre ellos, agregó, figuran tanto empleados como familiares de la legación diplomática estadounidense en La Habana.
De acuerdo con un reporte de AP, Nauert indicó que es posible que haya más afectados.
Nauert evitó comentar la condición médica de estos estadounidenses, pese a que la cadena CBS adelantó esta semana que varios diplomáticos estadounidenses y canadienses en Cuba pudieron sufrir daños cerebrales.
Asimismo, la portavoz agregó que "algunas" de estas personas todavía están en Cuba mientras "otras" han regresado a EEUU, y continuó sin precisar los detalles de este enigmático suceso.
"Consideramos la situación como extremadamente seria. (...) No conocemos quién es el responsable, la investigación está en marcha", afirmó Nauert.
Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, se limitó a señalar al respecto en rueda de prensa que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha sido informado de los incidentes.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) y el Gobierno cubano están investigando los incidentes, que según el Departamento de Estado tuvieron lugar a finales de 2016.
Washington no ha querido confirmar los informes de prensa que apuntan a que los diplomáticos fueron víctimas de un "ataque acústico" con "dispositivos de sonido" que les habrían hecho perder capacidad auditiva.
Aunque Estados Unidos no culpa por ahora al Gobierno cubano de causar el incidente, sí decidió expulsar en mayo a dos diplomáticos de la Embajada de Cuba en Washington, porque considera que La Habana no cumplió adecuadamente su obligación de proteger al personal estadounidense en la Isla.