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Sucesos

Carta-denuncia de Elidiorquis Perdomo Gattorno dirigida al Consejo de Estado

La mujer denuncia los intentos de desalojo de Vivienda a ella y sus dos hijos y los calificad de "abusivos y violentos".

La Habana

La Habana, 30 de junio de 2017


A: Fiscalía Provincial de la República

Mediante la presente yo, Elidiorquis Perdomo Gattorno (residente en calle Príncipe #178, entre Espada y San Francisco, Centro Habana) hago formal denuncia contra la Dirección Municipal de Vivienda de Centro Habana.

En horas de la mañana del martes 27 de junio del año en curso, funcionarios de dicha entidad se personaron en mi domicilio para ejecutar, por cuarta vez durante el período de un año, un acto de decomiso de mi vivienda.

Sin previo aviso, rompiendo las puertas y las ventanas, y sin importar que mis dos hijos estuviesen presentes (el más pequeño de 12 años diagnosticado con síndrome de Down), los funcionarios de la Dirección Municipal de Vivienda de Centro Habana procedieron a desalojarme, arrojando todas nuestras pertenencias y muebles a la vía pública. Previamente al acto, habían cerrado el acceso a la cuadra, semejante a un operativo contra un delincuente.

Posteriormente subieron todas nuestras pertenencias y muebles a un camión y junto con mi hijo menor nos llevaron para un albergue de tránsito en la Habana Vieja. Las condiciones generales de dicho inmueble eran pésimas, por las filtraciones, las tupiciones y la ausencia de servicio de gas. Condiciones que los propios residentes de aquel lugar nos mostraron. Además, el cubículo que nos habían asignado no tenía siquiera servicio eléctrico.

Al ver aquellas condiciones me negué a que bajaran mis cosas del camión hasta que no se personaran los funcionarios del Gobierno del municipio con una solución, pues en principio esas circunstancias no son mínimamente óptimas, teniendo en cuenta, además, la condición médica de mi hijo menor. Tras esperar tres horas, tanto las funcionarias de Vivienda como el chofer del camión decidieron irse, dejando todas mis pertenencias tiradas en la calle nuevamente.

Viendo que ninguna autoridad, ni de Centro Habana o de Habana Vieja, se personaban, decidí alquilar otro camión, remonté todas nuestras pertenencias y muebles y regresé a mi domicilio que, al llegar, estaba custodiado por funcionarias de la Dirección Municipal de Vivienda de Habana Vieja.

Durante todo ese tiempo mi hijo menor estuvo expuesto al estrés y a la violencia de todo el evento, y sin poder yo brindarle alimento alguno.

Antes de narrar los antecedentes que desembocaron en este acto, que considero abusivo, violento y en contra de los principios que defiende la Revolución Cubana, aclaro que tengo testimonio audiovisual de todo lo acontecido y que adjunto como prueba material y para consideración de sus autoridades.

Los antecedentes

La orden de decomiso contra mi domicilio, de la cual soy propietaria única desde el año 2004, data de junio de 2016 como resultado del encausamiento de mi marido por tráfico de drogas. En el registro efectuado en mi domicilio, en aquel entonces, no se encontraron drogas algunas y solo se ocupó una pesa que, según el laboratorio de la policía, contenía rastros de marihuana.

Les puedo asegurar, firmemente, que jamás he estado involucrada en delito de índole alguna y muchísimo menos relacionado con drogas. Les puedo asegurar, firmemente, que nunca he permitido que en mi domicilio y de mis hijos, se practique este tipo de actividades. Les puedo asegurar que mi domicilio y las pertenencias de mis hijos y mías, no se obtuvieron con dinero de tráfico o delito alguno.

Contra mi persona jamás existió acusación alguna, y ni siquiera fui citada como testigo en el juicio practicado contra mi marido, del cual resultó condenado a siete años de privación de libertad. Aclaro además que él, ni es copropietario de mi domicilio, ni estuvo jamás inscrito en el registro de dirección. Por lo cual, nunca he podido entender por qué intentan quitarme la casa mía y de mis hijos.

Todos mis vecinos, de realizarse una verificación cabal, pueden dar testimonio y fe de cuanto aquí he expuesto.

Desde el 8 de junio de 2016 y hasta la fecha presente, los funcionarios de la Dirección Municipal de Vivienda de Centro Habana, han realizado cuatro intentos de decomiso que habían impedido mis propios vecinos. Pero en esta ocasión, y como señalé anteriormente, cerraron el acceso a la cuadra para evitar el gesto solidario de mi vecindad.

Considero justo y oportuno señalar que los oficiales de la policía fueron los únicos que escucharon mi reclamo, considerando injusto y excesivo el tratamiento dado a mi persona y a mi hijo más pequeño. Durante las horas que estuve esperando a las autoridades de Habana Vieja, con nuestras pertenencias y muebles en la vía pública, me acompañaron. Posteriormente, a mi regreso a mi domicilio, exigieron a estas funcionarias a que resolvieran mi caso de inmediato, ante lo cual me permitieron finalmente subir todas nuestras pertenencias nuevamente a mi vivienda.

Al momento de redactar esta carta-denuncia, no he podido arreglar la puerta que los funcionarios de Dirección Municipal de Vivienda de Centro Habana violentaron y rompieron, ni restablecer el servicio de gas. Es gracias al gesto solidario de mis vecinos que he podido elaborar alimentos a mis hijos, y que me vigilan la casa mientras hago las gestiones pertinentes en vista de que, una vez y por todas, alguna autoridad ponga fin a mi calvario y al de mis hijos, especialmente del más pequeño.

En relación al mal proceder y de violencia injustificada por parte de los funcionarios de la Dirección Municipal de Vivienda de Centro Habana, quiero añadir, para conocimiento de sus autoridades, el comportamiento del funcionario que atiende a menores, quien durante el acto de violentar mi domicilio donde les avisé que mi hijo se encontraba presente y que podía ser herido por los cristales de la puerta, expresó que "no importaba, que procedieran".

Mi reclamo

Más allá de mi derecho a denunciar el proceder de todos los funcionarios implicados y a las instancias a que pertenencias, solo reclamo una cosa: justicia.

Justicia para mis hijos y para mí. Justicia que, a mi entender, debería comenzar con una revisión del caso donde se podrá comprobar, lo aseguro, que no existe razón alguna en decomisar nuestra vivienda: la de mis hijos y mía. Tengo toda la documentación, exhaustiva, y que puedo poner a disposición de sus autoridades, donde consta además la afectación que, en estas cuatro ocasiones y especialmente esta última, incide sobre la salud de mi hijo menor y hasta la mía.

Concluyo señalando que no ha sido esta la única ocasión en que he remitido reclamos a otras instancias, pero lamentablemente solo he encontrado oídos sordos y evasivas. Siempre se me ha dicho que "Vivienda atenderá su caso". Pero como se puede comprobar, dejar mi caso en manos y competencia de la Dirección Municipal de Vivienda de Centro Habana, solo ha dado como resultado una cosa: injusticia y violencia, tanto para mi persona como para mis hijos.

Atentamente y a consideración de ustedes

Elidiorquis Perdomo Gattorno


CC:
Consejo de Estado
Ministerio del Interior
Dirección Provincial de Vivienda de La Habana
Dirección Municipal de Vivienda de Centro Habana

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