El consumo de combustible diesel en Cuba es alto y, pese a las medidas de control establecidas este año para frenar los desvíos desde el sector estatal al mercado negro, aún quedan "brechas" por cerrar, según informes de la Oficina Nacional del Uso Racional de la Energía (ONURE) divulgados este lunes por el semanario Trabajadores.
La directora general de la ONURE, Elaine Moreno, subrayó que el Gobierno tiene un grupo de regulaciones importantes que abarcan todos los aspectos del control, pero indicó que todavía "quedan grietas, pues no se cumplen los procedimientos establecidos", precisa EFE.
Entre ellas citó la falta de seguimiento a los índices de consumo en función de los niveles de actividad que se generan, así como de los datos que proporcionan el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) y los odómetros, que según reconoció "muchas veces no los analizamos".
La directiva explicó que el GPS no solo sirve para el control de combustible, sino también para controlar la eficiencia con que trabaja el equipo, pero a esos equipos "no se le da el uso adecuado".
Resaltó la importancia de controlar el consumo de diesel que se extrae a través de las tarjetas magnéticas, mientras en el despacho de "pipas" (camiones cisternas) "excepcionales" para la maquinaria agrícola, muchas veces se incumplen algunas regulaciones, lo cual las hace "vulnerables para el desvío del combustible".
Moreno afirmó que entre las instituciones que más consumen y tienen mayor incidencia en la economía se encuentran los ministerios de Agricultura, Transporte, Energía y Minas, Industrias, Construcción, y el grupo empresarial Azcuba, la empresa estatal que controla el sector azucarero.
De acuerdo con datos de la ONURE, en las provincias Santiago de Cuba, Camagüey y Pinar del Río, el área de la Agricultura se reitera como organismo en el cual varias dependencias mostraron problemas en el control del diesel al cierre de marzo último.
La funcionaria recordó que en febrero de este año la Oficina inició "un proceso de conciliación y despacho" con todos los consumidores de combustibles, en el cual las entidades deben demostrar por niveles de actividad y por equipos, el consumo que han tenido.
El desvío y el robo de combustibles en el sector estatal fueron denunciados por autoridades del Gobierno y miembros de la Asamblea Nacional en diciembre pasado, en la que reclamaron "mayor control, exigencia y medidas eficaces". Los ministerios de Economía y Planificación, Finanzas y Precios, y Energía y Minas reconocieron la presencia de ese delito "en mayor o menor medida en todo el país".
En mayo, la directora, varios choferes y trabajadores administrativos del Paradero de Playa fueron detenidos por presuntamente vender petróleo en el mercado negro.
En las pasadas semanas Moscú comenzó a enviar por primera vez en este siglo grandes cantidades de petróleo a Cuba, para cubrir la brecha venezolana.
El sistema energético de Cuba ha dependido en gran medida desde la pasada década del crudo subsidiado que recibe de Venezuela, que llegó a alcanzar los 110.000 barriles diarios.
Debido a la crisis en el país sudamericano, esa cifra se redujo desde el primer semestre de 2016 en más de un 40% y la Isla solo produce unos cuatro millones de toneladas de crudo, que solo cubren el 40% del consumo interno.