La concentración de la propiedad y la riqueza no estará en el nuevo "modelo económico socialista" que diseña el castrismo, aunque se autoricen formas de gestión privadas, reiteró este miércoles el vicepresidente Marino Murillo ante los diputados de una comisión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que mantendrá este jueves una reunión extraordinaria, informa EFE.
"No se permitirá la concentración de la propiedad y la riqueza (…) aún cuando se promueva la existencia de formas privadas de gestión", señaló Murillo, considerado el "zar de las reformas" cubanas y que en estos momentos dirige la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo de la Política Económica.
La acumulación de propiedad, riqueza y poder sí se ha producido, sin embargo, en consorcios como el Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA), que gestionan los militares y que el Gobierno define como estatales.
Los diputados, reunidos en cuatro grupos de trabajo, analizaron la llamada "conceptualización del nuevo modelo económico y social", el plan de desarrollo económico hasta 2030 y los nuevos lineamientos de la política económica para 2016-2021, documentos rectores aprobados en el VII Congreso del Partido Comunista (PCC) del año pasado y que recogen las reformas emprendidas por el régimen en busca de su supervivencia.
Murillo fue el ministro de Economía de 2014 hasta 2016, cuando fue nombrado por Raúl Castro jefe de esa comisión encargada, entre otros temas, de aclarar cómo se combinarán las formas de gestión estatales y privadas.
"La tierra se entrega en usufructo, pero no se vende, es propiedad de todo el pueblo representado por el Estado. Se mantiene la propiedad social sobre los medios de producción y las personas la gestionan", subrayó Murillo, miembro del Buró Político del PCC.
Resaltó la importancia de una política tributaria "eficiente" y dijo que el Estado deberá adoptar regulaciones que garanticen una "redistribución" de las riquezas.
Esa "redistribución", una de las justificaciones a las que recurre el Gobierno habitualmente para justificar su control sobre los principales sectores de la economía, es cada vez más criticada por los cubanos, que no ven el resultado en sus vidas.
También recibe críticas la política tributaria, que muchos trabajadores privados consideran abusiva.
La ampliación del trabajo autónomo en 2010 ha hecho proliferar pequeños negocios privados, como restaurantes o salones de belleza. Murillo insistió en que "hay que perfeccionar" el sistema para evitar la acumulación de riqueza.
"Aunque a determinada escala, la gente tendrá determinado nivel de ingreso", admitió
El Asamblea Nacional del Poder Popular, que nunca vota contra una propuesta del régimen, se reunirá este jueves para aprobar los documentos económicos que el PCC acordó en su último Congreso.
Esos documentos reconocen por primera vez la existencia de micro, pequeñas y medianas empresas, surgidas a raíz de la ampliación del trabajo autónomo, así como la necesidad de concederles personalidad jurídica de la que hasta ahora carecen.
Cuba cerró 2016 con más de 535.000 trabajadores autónomos, la mayor cifra registrada desde 2010, cuando el Gobierno amplió las categorías en las que se puede desarrollar el "trabajo por cuenta propia", eufemismo que utiliza para evitar la palabra "privado".
Actualmente son más de 200 las modalidades aprobadas para negocios privados, entre las que resaltan la elaboración y venta de alimentos, el transporte de carga y pasajeros, la renta de viviendas, habitaciones y espacios, y la figura de telecomunicaciones. La mayoría de las opciones está en el sector de los servicios. Para los profesionales son escasas.