El Proyecto de Informes sobre Crimen Organizado y Corrupción (OCCRP) incluyó entre sus nominados a Persona del Año a Raúl Castro y a su exyerno el general de brigada Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, según dieron a conocer en su página web.
El premio de OCCRP reconoce a la persona que más ha hecho en el mundo para avanzar en actividades de crimen organizado y en la corrupción.
El OCCRP es un consorcio sin fines de lucro con centros regionales de investigación y medios independientes en Europa, Asia Central y América Latina, cuya misión es ayudar al público a entender cómo el crimen organizado y la corrupción afectan sus vidas y mejorar la información que tienen sobre las mafias y los corruptos.
Este año el OCCRP llevó a cabo varias investigaciones sobre Los Papeles de Panamá, en los que se identificaron al menos 25 compañías registradas en Bahamas, Panamá y las Islas Vírgenes Británicas vinculadas al régimen cubano.
Algunos de los mensajes encontrados en los archivos de estos documentos se remontan a principios de la década del 90, cuando la Isla tuvo que afrontar una dura crisis económica tras perder a su principal aliado comercial y benefactor, la Unión Soviética. Pero la relación con algunas de estas compañías se mantuvo hasta fechas muy recientes.
Al frente de una de estas compañías se encontraba un hermano del general Luis Alberto Rodríguez López Calleja, exyerno de Raúl Castro y presidente del Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA) de las Fuerzas Armadas.
Los Papeles de Panamá, una de las mayores filtraciones en la historia, contiene los archivos de Mossack Fonseca, bufete basado en Panamá pero con oficinas en 33 ciudades de otros países. Algunos de estos archivos revelan detalles poco conocidos de los manejos económicos del Gobierno cubano en el exterior así como de las compañías extranjeras que hacen negocios con La Habana.
Raúl Castro y Rodríguez López-Callejas ocuparon el top-ten de los más corruptos del año, junto a los presidentes de Filipinas, Rusia y Siria, Rodrigo Duterte, Vladimir Putin y Bashar Al-Assad, respectivamente.
Sin embargo, el galardón del más corrupto le fue concedido al mandatario venezolano Nicolás Maduro.
Un grupo de ocho periodistas, académicos y activistas expertos en la lucha contra la corrupción del OCCRP decidieron que Maduro era la Persona del Año en materia de corrupción.
Resultó ganador por la "mala gestión" que ha hecho que "los ciudadanos de su nación rica en petróleo estén literalmente muriendo de hambre y reclamando medicamentos", indicó el jurado.
El presidente y su esposa, Cilia Flores, "han sacado millones de las arcas del Estado para cubrir el patrocinio que les mantiene en el poder", explicaron.
The Financial Times apodó a Maduro "Señor del Desgobierno" y Reporteros sin Fronteras le bautizó como "depredador de la libertad de prensa" por su ingenio en silenciar a los medios críticos.
"Ha sido un 'gran año' para Maduro," dijo Drew Sullivan, editor de OCCRP y uno de los jueces.
"Creo que este año ha sido el punto de inflexión. Su negligencia, incompetencia y la corrupción son la causa de su galardón como Persona del Año. Cuando el líder de un país ve que su pueblo se muere de hambre, mientras su Gobierno se roba 70.000 millones al año y su familia se ocupa del negocio de las drogas, estamos ante un tipo especial de maldad. Se merece este premio".
En años anteriores los ganadores de este galardón han sido el primer ministro de Montenegro, Milo Dujkanovic (2015) y el presidente ruso Vladimir Putin (2014).