La industria cubana del níquel intenta reducir los costos para compensar las pérdidas derivadas de los bajos precios globales, en lugar de aumentar la producción desde las actuales 56.000 toneladas al año, dijeron funcionarios durante un inusual recorrido por una de las plantas de la Isla, informa Reuters.
El jefe del monopolio estatal Cubaníquel y responsables de plantas dijeron que, a pesar de la caída de los precios, buscan inversión extranjera para aumentar la capacidad en el futuro.
El níquel es una de las principales fuentes de divisas del Gobierno. La Isla promedió una producción de 74.000 toneladas en la primera década de este siglo. No obstante, las ganancias por las exportaciones del metal han sido golpeadas por la obsolescencia de las plantas y una fuerte caída de sus precios durante los últimos cuatro años.
Cubaníquel esperaba originalmente ingresos de entre 600 y 700 millones de dólares para este año por las exportaciones de níquel, proyectando un precio de unos 14.000 dólares por tonelada, dijo el director Eder Oliveros Garcell. Pero los precios están cerca de 8.600 dólares por tonelada, lo que significa que las ventas serán significativamente menores.
"Nosotros esperábamos ingresos de este orden, pero la realidad hoy es diferente", dijo Oliveros durante la visita a fines de la semana pasada a la planta Pedro Soto Alba, en Moa, una empresa conjunta de Cubaníquel y la minera canadiense Sherritt International Corp.
Oliveros espera que los precios del níquel, que se usa en la producción de acero inoxidable y otras aleaciones resistentes a la corrosión, repunten el próximo año. Cuba es uno de los mayores productores del mundo y exporta a China, Europa y Canadá.
La planta Pedro Soto Alba continuará operando a su capacidad total, con una producción de 37.500 toneladas al año. Tiene reservas suficientes para funcionar a ese ritmo entre 18 y 20 años, dijo el gerente de producción de la planta, Ricardo Quintana Santana.
En cuanto a la otra procesadora de Cuba, la planta estatal Che Guevara, también en Moa, Oliveros dijo que operaba muy por debajo de su capacidad de 30.000 toneladas al año. La producción probablemente alcanzará a unas 18.500 toneladas este año y aumentará a 19.000 toneladas en 2017, sostuvo.
A pesar de la caída de los precios, el Gobierno está buscando un socio para otros proyectos en la industria del níquel, dijo Oliveros, y existe interés de compañías de China, Brasil y Sudáfrica.