El economista Omar Everleny Pérez apeló el lunes su expulsión de la Universidad de La Habana, tal y como había adelantado el fin de semana a DIARIO DE CUBA.
En declaraciones a la agencia AP este miércoles, Everleny consideró la medida injustificada. "¿Cómo es posible que cada año haya sido evaluado de excelente y ahora se me separe y acuse?", dijo.
Explicó que en las últimas tres décadas, en las cuales siempre trabajó para la Universidad de La Habana, visitó al menos 50 planteles estudiantiles estadounidenses sin problemas.
"Yo sigo siendo un revolucionario y un nacionalista, y comparto muchas de las medidas que está tomando Raúl Castro", dijo Everleny, quien sin embargo afirmó que en algunos sectores del poder en la Isla hay poca tolerancia hacia las críticas, aunque sean constructivas.
Everleny fue notificado el pasado 8 de abril, a través de una resolución, de su "separación definitiva" del Centro de Estudios de la Economía Cubana (CEEC), dependiente de la Universidad de La Habana.
El despido de Everleny se produjo semanas después de la visita del presidente estadounidense, Barack Obama, y en medio de una respuesta defensiva de la dirección del Gobierno al mensaje del mandatario en la Isla, que ha dado coletazos hasta en el recién terminado Congreso del Partido Comunista.
En la resolución de expulsión, firmada por el director del CEEC, Humberto Blanco, Everleny es acusado de sostener conversaciones con instituciones extranjeras e informar a "representantes norteamericanos" sobre los procedimientos de la Universidad de La Habana.
También de ser "irresponsable" y "negligente", así como recibir financiamiento no autorizado para un estudio sobre Corea del Sur, señaló la AP, que dijo haber tenido acceso al texto.
Interrogado sobre si su expulsión tendría que ver de manera directa con el acercamiento entre La Habana y Washington o el actual momento de las reformas del Gobierno, Everleny opinó que no se trata de "una operación articulada con otras en este momento. Es un proceso paulatino".
Experto en economías del desarrollo, Everleny, fue el primer investigador de un centro oficial en publicar artículos en revistas no gubernamentales como Espacio Laical o Palabra Nueva, de la Iglesia Católica, luego de que en 2010 Raúl Castro lanzara su programa de tímidas reformas económicas.
El Centro de Estudios de la Economía Cubana es considerado uno de los participantes en la creación de ese programa de "actualización del modelo" y el propio Everleny recibió a decenas de académicos de diferentes países, entre ellos a muchos estadounidenses, en viajes acordados oficialmente para explicarle el alcance de las reformas, que según Castro mantendrán la propiedad estatal como prioritaria.
La AP indicó que el economista fue uno de los que asesoró al Gobierno cubano a la hora de definir muchas de las medidas, pero también ha cuestionado públicamente que la velocidad de las reformas ha sido demasiado lenta para las necesidades del país o que deben hacerse extensiva a otros sectores, como los profesionales.
Antecedentes
Al parecer, los tropiezos de Everleny comenzaron en 2013, cuando fue removido de la dirección del CEEC, para dejarlo solo como investigador, pues defendió a colaboradores que querían publicar en medios no oficiales. También se le retiró la membresía del Partido Comunista a mediados de ese año.
No es la primera vez que reconocidos funcionarios o intelectuales reciben sanciones al ser críticos con el sistema en aspectos sensibles.
"Cada cierto tiempo hay este tipo de acciones", dijo Everleny, quien consideró que lo que se busca con las sanciones o los llamados de atención por parte de las autoridades es lograr un efecto "ejemplarizante" en diferentes sectores intelectuales o académicos cuando estos hacen alguna crítica.
En 2010 se expulsó del Partido Comunista al politólogo Esteban Morales por denunciar la corrupción y reflexionar sobre los peligros de ésta para una sociedad, aunque dos años después fue readmitido. En 2013, el sociólogo Roberto Zurbano perdió su puesto directivo en la Casa de las Américas tras un sonado artículo en The New York Times sobre racismo en la Isla.
También en 2013 el músico Robertico Carcasses fue vetado temporalmente y por ahora no puede presentarse en las instituciones culturales luego de realizar reproches al Gobierno en un concierto. Más recientemente, a mediados de 2015, las autoridades terminaron el contrato al director teatral Juan Carlos Cremata y le cancelaron la puesta en escena de su versión de El rey se muere, de Eugène Ionesco.
Durante el VII Congreso del Partido Comunista, el fin de semana, Raúl Castro exhortó a los cubanos a no temer a la crítica sincera, pero en paralelo cargó contra lo que consideró una nueva estrategia de Estados Unidos para vencer al régimen.
El canciller, Bruno Rodríguez, describió la visita de Obama como un "ataque a fondo a nuestra concepción, a nuestra historia, a nuestra cultura" y el Raúl Castro reiteró que Washington seguía siendo un enemigo del socialismo cubano, que pretendía seducir a los emprendedores y los ciudadanos en la Isla.
El gobernante aseguró, en varias ocasiones, que las reformas serían económicas pero no políticas, a la par que reafirmó el modelo unipartidista de Gobierno en la Isla.
El economista cubano Pavel Vidal, quien trabajó con Everleny en el Centro de Estudios de la Economía Cubana, antes de mudarse a la Pontificia Universidad Javeriana, en Cali, Colombia, cree que lo sucedido con Everleny demuestra que la Universidad llevó al "límite más extremo" las restricciones que tienen los investigadores "para desarrollar con normalidad la actividad académica".
Todo ello en medio de unas reformas urgidas "de nuevas ideas, de un debate honesto y abierto sobre el futuro del país", agregó Vidal.
Para Armando Chaguaceda, politólogo cubano residente en México e investigador de la Universidad de Guanajuato, Everleny es un experto "serio y valioso".
"Es una pésima señal para los economistas que afectará la propia capacidad del aparato (gubernamental) de tener un feedback sobre la marcha de las reformas y su incidencia en la gente", dijo a la AP, Chaguaceda, quien advirtió que una medida semejante, con un académico tan prestigioso y activo como Everleny solo es posible en Cuba si se toma desde el más alto nivel, por encima del director del CEEC, firmante de la sanción.