El general Raúl Castro dijo este sábado que en la Isla han proliferado micro, pequeñas y medianas empresas privadas después de las reformas económicas iniciadas hace cinco años, pero advirtió que este factor no implica la "restauración del capitalismo".
En su discurso inaugural del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba —transmitido en vivo por la Televisión Cubana—, Castro recordó que la estatal seguirá siendo la forma principal de gestión económica en el modelo socialista cubano y abogó por dejar los "eufemismos" y "llamar a las cosas por su nombre".
"El incremento del trabajo por cuenta propia ha conllevado en la práctica a la creación de empresas privadas medianas y que hoy no tienen un cuerpo legal —dijo el primer secretario del PCC—, pero ese reconocimiento no significa la admisión de la concentración de la propiedad ni de las riquezas".
"La empresa privada actuará en límites bien definidos y constituirá un elemento complementario del desarrollo del país".
"No somos ingenuos, ni ignoramos la influencia de poderosas fuerzas externas que apuestan a lo que llaman el empoderamiento de las fuerzas no estatales de gestión, con el fin de generar agentes de cambio en la esperanza de acabar con la Revolución y el socialismo en Cuba", aseveró Castro, en una referencia velada al apoyo expreso de Estados Unidos a los emprendedores cubanos.
Cumplimiento de los llamados lineamientos
Raúl Castro reconoció que a pesar de que se "ha trabajado con sistematicidad en la implementación de los lineamientos", solo se han puesto en marcha "completamente el 21 % de los 313 aprobados, se está implementando el 77 % y no se han iniciado el 2 %".
Justificó que "las cifras no logran mostrar con toda claridad cuánto se ha trabajado y avanzado (…), que no es poco ni mucho menos" y admitió que en ocasiones se ha dilatado la implementación aprobada.
El general subrayó que en la Isla no se admitirán las que llamó "terapias de choque en detrimento de los sectores más vulnerables de la sociedad. Las fórmulas neoliberales que proponen la privatización del patrimonio estatal y servicios como la salud y la educación nunca serán aplicadas en Cuba".
Sobre otros asuntos Raúl Castro llamó a tener "los pies bien puestos sobre la tierra" y se refirió a la complejidad del proceso de implementación en la dualidad monetaria y cambiaria, "asunto en el que no se ha dejado de trabajar y cuya solución no quedará para las calendas griegas", aseguró.
Culpó a "esa dualidad" más el discreto crecimiento de la economía de no "avanzar en lineamientos como eliminar las gratuidades indebidas y los subsidios, teniendo en cuenta que no se ha podido generalizar el crecimiento salarial a los trabajadores ni asegurar estabilidad en las ofertas de los mercados".
Reconoció que en la implementación de los lineamientos "han existido insuficiencias y deficiencias en organismos y entidades, incluyendo a la Comisión permanente, lo cual ocasionó dilaciones en la aplicación de algunas medidas, conformación de propuestas con visión limitada y falta de integralidad".
Se manifestaron —continuó Raúl Castro—, problemas en la conducción y control de algunas políticas, y en la divulgación y capacitación a varios niveles de dirección.
El general dijo que si bien la producción no satisface la demanda, hay factores objetivos y subjetivos, y arremetió contra "actitudes inescrupulosas de los que piensan solo en ganar cada vez más".
Controlar la economía a través del Estado
En su discurso en la inauguración del VI Congreso del PCC, Raúl Castro defendió el papel controlador del Partido, el Gobierno y las organizaciones de masas en el funcionamiento del mercado dentro de la economía socialista, y la introducción de las reglas de la oferta y la demanda que —aseguró— no están reñidas con el concepto de planificación.
"Ambos procesos pueden coexistir" —dijo— y puso como ejemplo el caso de los aliados del Gobierno cubano, China y Vietnam.
Sobre los derechos humanos, que volvió a colocar en el mismo plano de los derechos sociales como la salud y educación gratuitas, el general dijo que "estamos dispuestos a conversar sobre ello" aunque aprovechó para recordar que "mientras Cuba es signataria de 44 acuerdos internacionales, Estados Unidos solo ha ratificado 18".
Dijo que "un crecimiento de las acciones enfiladas a aumentar valores de la sociedad de consumo" han tratado de mostrar a Cuba "como una sociedad sin futuro" y culpó a estas acciones de una “emigración ilegal y desordenada de jóvenes, al amparo de la ley de ajuste, la política de pies secos pies mojados y el parole para nuestros médicos”.
Representación de la sociedad
Sobre la cantidad de mujeres que tienen cargos en los órganos del Estado, organismos de Gobierno, organizaciones superiores de dirección empresarial y otros, admitió que solo representan el 38 %.
"Las cifras todavía no expresan el potencial de que disponemos —lamentó—. Sobre la base de mi experiencia (…) las mujeres por lo general son más maduras y mejores administradoras que los hombres".
Igualmente propuso establecer los 60 años como edad máxima para ingresar en el Comité Central del Partido y hasta 70 para desempeñar cargos de dirección en el PCC, con limitación de hasta dos periodos consecutivos.
"Permitirá —aseguró— garantizar el rejuvenecimiento sistemático de todo el sistema de dirección partidista, y de resultar aprobada se introducirían las modificaciones correspondientes".
El general confirmó su decisión de retirarse en 2018 cuando concluya su segundo mandato como presidente del Consejo de Estado. "Cederé esas responsabilidades a quien sea elegido", prometió.
La Constitución también a actualización
Raúl Castro explicó que las modificaciones sobre los plazos límites para cargos de dirección deberán fijarse en la Constitución de la República, "que deberemos actualizar, pues la Constitución cubana aprobada en referéndum popular en 1976 y reformada posteriormente, responde a condiciones que han ido cambiando en el decursar del tiempo".
En su discurso, Raúl Castro indicó que ese proceso de reforma previamente deberá ser aprobado por la Asamblea Nacional, para el que prevé una "amplia participación popular" incluido un referendo.
"Considerando las importantes transformaciones asociadas a la actualización del modelo económico y social y su conceptualización, en la Constitución hay que reflejar todo eso que vamos haciendo, discutir con la población y votarlo en referéndum", señaló Castro.
No obstante advirtió que "en el alcance de estos cambios constitucionales propondremos ratificar el carácter irrevocable del sistema político y social refrendado en la actual Constitución que incluye el papel dirigente del Partido Comunista de Cuba en nuestra sociedad".
Relaciones Cuba-Estados Unidos
Con respecto a las relaciones diplomáticas con Washington, el general reiteró que existe "la voluntad de desarrollar un diálogo respetuoso y construir un nuevo tipo de relación con Estados Unidos como la que nunca antes ha existido".
De acuerdo con las palabras de Raúl Castro, el Gobierno está "convencido que solo puede reportar beneficios mutuos, pero no puede pretenderse que para lograrlo renunciemos a los principios de la Revolución".
Convocó a concentrarse "en lo que nos acerca y no en lo que nos separa, promoviendo el beneficio de ambos países", y recordó que las relaciones con el Gobierno de Estados Unidos "históricamente han representado un desafío para Cuba por su aspiración de ejercer su dominación".
Raúl Castro reconoció como "positivos" los esfuerzos de Obama y otros "altos funcionarios" del Gobierno estadounidense para flexibilizar el "bloqueo" y sus llamamientos ante el Congreso estadounidense por su eliminación, pero consideró que estas acciones "no son suficientes".
Alerta a la izquierda por un 'retorno del neoliberalismo'
El primer secretario del PCC llamó a la unión de los gobiernos de izquierda de Latinoamérica ante el posible "retorno del neoliberalismo" a la región, durante el discurso inaugural del VII Congreso. En su extenso mensaje a la militancia, Raúl Castro alertó sobre la "acometida reaccionaria" que incluye "acciones desestabilizadoras y golpistas" sobre naciones como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil, Nicaragua y El Salvador.
Según Castro, "recientes reveses de Gobiernos de izquierda del hemisferio son utilizados para anunciar el cierre de un ciclo histórico progresista, abrir paso al retorno de neoliberalismo y desmoralizar a las fuerzas y partidos políticos, movimientos sociales y clases trabajadoras".
"A la Revolución Bolivariana y Chavista, al presidente Maduro (...) le ratificamos nuestra solidaridad y compromiso y el resuelto rechazo a las pretensiones de aislar a Venezuela mientras se dialoga con Cuba", dijo en referencia a la creciente tensión en las relaciones entre Washington y Caracas.
Demandó que "se respete la soberanía de todos los Estados y cese la injerencia en los asuntos internos" al tiempo que advirtió se "renuevan los esfuerzos de Estados Unidos y sus aliados para socavar la unidad y el proceso de integración regional".
Para el general es "indispensable continuar avanzando en la consolidación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) como mecanismo de concertación política, genuinamente latinoamericano y caribeño".
Lamentó también los "ataques" a la CELAC, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y rechazó categóricamente la idea de que Cuba forme parte alguna vez de la Organización de Estados Americanos (OEA), contraria a los "intereses" latinoamericanos.