El Departamento Técnico de Investigaciones (DTI) realizó el viernes por la tarde un operativo contra un total de 56 trabajadores por cuenta propia del municipio La Habana Vieja.
Supuestamente dirigido contra "el comercio ilegal de joyas", el operativo tuvo lugar en dos locales, ubicados en Monte esquina Revillagigedo y Neptuno y Manrique, ambos espacios arrendados por cuentapropistas que ejercen los servicios de "reparación de artículos de joyería" y "productor-vendedor de bisutería y metales preciosos".
"Más de 50 trabajadores fueron detenidos y conducidos a la estación de Policía de Zanja, donde les fueron decomisados prendas personales, instrumentos de trabajos, sumas de dinero, e impuesta una fianza de 5.000 pesos", dijo a DIARIO DE CUBA la Dama de Blanco Yaquelín Boni.
Roberto Estévez, uno de los afectados, afirmó que las autoridades policiales los trataron "como a delincuentes, e incluso entre las propiedades decomisadas se encontraron prendas de clientes que esperaban ser atendidos en el momento de la acción".
"Estos operativos contra nosotros son frecuentes" y en esta ocasión afectaron, además de a los llamados "joyeros" a otros trabajadores "que comercializan relojes, carteras" y otros productos, añadió.
Estévez se encontraba este sábado junto a una docena de cuentapropistas fuera de la unidad de Zanja para "reclamar" sus derechos. Si bien pagaron la fianza impuesta por las autoridades, varios valoran no abonar una multa que podría llegar a los 10.000 pesos.
"Volveremos el lunes porque el abogado nos recomendó no pagar la multa", explicó Pedro Armenteros. "Eso sería aceptar el supuesto delito y la perdida de todas las propiedades decomisadas", añadió.
Un oficial que se presentó como jefe de los operativos contra el contrabando en el territorio, sugirió "que sacáramos una licencia para botear o para vender otras cosas, pues cada vez que nos viera nos iba a pasar lo mismo", relató Armenteros.
"Esto es un atropello contra trabajadores legales que pagamos licencia, arrendamiento de los locales y sindicato", expresó por su parte Addel Hernández.
"Estamos aquí en reclamación de nuestros derechos como trabajadores, acusados de contrabandear joyas. Esto es más bien una cacería de brujas, hemos sido tratados como delincuentes", denunció. "Nos decomisaron desde prendas personales hasta instrumentales de trabajo y nuestras producciones".
Los trabajadores afectados por el operativo declararon que entre las medidas impuestas les "retiraron la licencia" y los "desalojaron de los locales".
Al cierre de esta nota, según los afectados, la administradora del local de Neptuno y Manrique se encontraba aún detenida. Las autoridades la acusan de supuestamente haber advertido a varios de los trabajadores sobre el operativo.