La antigua agencia estatal Cubataxi, ahora Taxis Cuba, negocia con los dueños de autos antiguos que los mantienen en óptimas condiciones para que pasen a prestar servicios bajo su manto.
La contratación, no obstante, depende de convocatorias, que "no se sabe nunca cuando salen, y de la vinculación al Sindicato de Transporte", adscrito a la progubernamental CTC, explica el director de la Agencia de Taxis No 9, en La Habana.
"La ventaja de esto es que puedes parquear en un hotel si te da la gana y nadie te dice nada, pero la verdad es que no le recomiendo a nadie que se meta. Uno tiene que correr con todos los gastos y son mensuales: 60 pesos convertibles (CUC) y como 3.000 más en moneda nacional (CUP)", comenta uno de los choferes que hacen piquera a un costado del Parque Central.
En la oficina de la Agencia de Taxis No 9, situada en la calle Ayesterán, la información que ofrecen difiere e incluye otros costes.
"Si el carro es aprobado, el dueño deberá depositar inicialmente en la cuenta de la empresa, como garantía para caso de deuda, 396,50 CUC y 750 en CUP", informan en el departamento de Comercial.
"Después se deberá pagar a diario 2 CUC y 25 CUP, que equivalen a 60 CUC y 750 CUP mensuales", añaden. "También deben comprar a la Agencia 300 CUC en concepto de combustible".
Para más información, remiten al Sindicato de Transporte. Allí explican las tres gestiones fundamentales que deben realizar los interesados: "Primero, sacar la licencia para botear, luego hacer el contrato con la Agencia y, por último, las gestiones con la ONAT (Oficina Nacional de Administración Tributaria)", que aplicará sus impuestos.
Específicamente para la licencia de boteo, el vehículo debe pasar por inspección técnica; el interesado debe mostrar el carnet de identidad, el permiso de circulación y pagar 500 pesos en moneda nacional, dice una funcionaria que, aunque debe estar autorizada en dar información, se muestra recelosa.
La respuesta demora entre 15 y 20 días, precisa.
En cualquier caso, la Agencia solo pone la legalidad, el derecho a transportar extranjeros sin ser importunado por la Policía. Los choferes, el resto: las reparaciones, el combustible, el esfuerzo, por lo que la negociaciones con el Estado siguen siendo desventajosas, se quejan.
En cuanto a lo permitido: "A tu carro le pones lo que quieras, y nadie se mete en eso", dice otro de los choferes en el Parque Central. "El mío solo tiene la bandera cubana, pero hay quien tiene hasta la imagen de Fidel o del Che a un costado. Yo no he llegado a tanto".
Los autos antiguos tienen diferentes usos, según sus características. "Los descapotables son para dar un tour por la ciudad; los de techo duro, para viajes a provincia, y a esos se les exige que sean petroleros y que tengan aire acondicionado", explica el conductor de un Buick descapotable rojo, apremiado por un grupo de extranjeros que requiere sus servicios.
"Con techos solo hay como ocho o nueve carros porque son muy exigentes, la verdad", comenta otro chofer de la misma piquera, quien parece temer a la competencia porque exagera las cuentas.
Los precios de la carreras "son negociables, pero a provincia van de 120 a 150 CUC como mínimo", es lo que ha averiguado el dueño de un Chevrolet, que está valorando entrar en la agencia estatal.