Antiguas escuelas en el campo que fueron acondicionadas como edificios de apartamentos permanecen vacías por falta de trabajadores que quieran laborar en terrenos llenos de marabú, informa el diario oficial Granma.
El periódico del Partido Comunista menciona como ejemplo la Escuela Secundaria Básica en el Campo (ESBEC) Combate de Isabel María, en Pinar del Río, convertida en 80 viviendas inauguradas hace diez meses con un acto político, de las que hoy solo una, la del administrador, está ocupada.
Pese al grave problema que significa para los cubanos la escasez de viviendas, en situación similar están otros dos asentamientos del mismo tipo, ubicados en Benito Juárez, municipio de Sandino y en Combate de Tumbas de Estorino, en Pinar del Río. En este último, de un total de 80 apartamentos solo están ocupados 32.
Según el diario, la creación de esas "comunidades agrícolas" en antiguas escuelas en el campo se inició en el 2012, "con el propósito de aprovechar esas instalaciones para acoger a personas dispuestas a poner a producir las miles de hectáreas que quedaron ociosas con la salida de los estudiantes".
El Gobierno de Raúl Castro cerró en 2009 esas escuelas, en las que durante décadas niños y jóvenes fueron becados y obligados a trabajar la tierra, alegando "racionalidad económica".
Miguel Ángel Plasencia, subdelegado de la Agricultura en Pinar del Río, dijo que para convertir escuelas que ya no se utilizaban en viviendas destinadas a trabajadores agrícolas se realizó un estudio que abarcó los tipos de suelos que las rodeaban, las fuentes de abasto de agua y las posibilidades de montar sistemas de riego en las áreas a cultivar.
"Teniendo en cuenta todos estos elementos, se aprobó la construcción de las tres comunidades agrícolas que tenemos actualmente en los municipios de Pinar del Río y Sandino", dijo Plasencia.
Según Granma, los albergues, aulas, laboratorios y cátedras fueron convertidos en apartamentos dotados de baño interior y entre dos y tres dormitorios.
Sin embargo, esta inversión no ha tenido impacto en el incremento de la fuerza agrícola la reducción de las tierras ociosas. Un directivo de la zona señaló que una de las causas sería que las tierras están infestadas de marabú.
De un perímetro de 3.333 hectáreas, hoy están llenas de marabú 2.247, dijo Félix Antonio Martínez, director general de la Empresa de Cítricos Enrique Troncoso.
La situación es común en el resto de las áreas. De las 863 hectáreas que rodean la Combate de Tumbas de Estorino, por ejemplo, solo están limpias 389. En tanto, en la Benito Juárez, se encuentran en explotación 374, de las 1.479 que pudieran cultivarse. "El resto, está cubierto de marabú intenso, y demanda equipamiento pesado para poderse acondicionar", explicó.
Granma reconoció que es "un serio obstáculo que no se valoró suficientemente" a la hora de ubicar los asentamientos.
También, que la inversión para acondicionar los albergues como viviendas no ha ido acompañada de recursos para mejorar las condiciones de trabajo en zonas apartadas. Cinco años después del inicio de la entrega de tierras ociosas en usufructo muchos terrenos permanecen vacíos.
Funcionarios admitieron que todavía se trabaja en el proyecto de los sistemas de riego a emplear. Mientras, para el año próximo solo se prevé el desmonte de 60 hectáreas en los alrededores de cada comunidad.
"La propuesta que le hacemos a las personas es incorporarse a las comunidades, e ir limpiando áreas manualmente, con esfuerzo propio, producir carbón en ellas y luego empezar a sembrarlas", dijo Martínez, pero reconoció que pocos están dispuestos a aceptarla.
Así, de los 250 apartamentos inaugurados, solo están ocupados 32.
Granma criticó que se hayan asumido los proyectos sin "razonar con objetividad" si existían condiciones para llevarlo a cabo. Además "la inmovilización de recursos que hacen falta en otra parte" y el "el despilfarro".
"¿No habría resultado más apropiado intervenir integralmente en una sola comunidad, o en dos —incluyendo el desbroce y los sistemas de riego— antes que dedicar todos los recursos y esfuerzos a la creación de cientos de viviendas que debido a la falta de otras condiciones para trabajar la tierra, la gente se resiste a habitar?", preguntó.