Back to top
Música

Era calvo y tenía los pies destrozados: la autopsia de Michael Jackson

Los resultados de la autopsia del artista estadounidense revelan que llevaba peluca y tenía decenas de marcas en la piel producto de intervenciones quirúrgicas.

Madrid
Michael Jackson en los 'World Music Awards' en 2006.
Michael Jackson en los 'World Music Awards' en 2006. GETTY Images

Once años después de su muerte, Michel Jackson, una de las más grandes estrellas de la industria musical sigue dando de qué hablar. Los resultados de su autopsia, que se han ido conociendo en los últimos tiempos, revelan misterios sobre los últimos años de vida del músico.

Los primeros detalles se conocieron en febrero pasado, cuando The Sun develó que el cantante tenía pastillas parcialmente disueltas en su estómago y se alimentaba de una exigua comida diaria.

Su cadera, muslos y hombros estaban cubiertos de pinchazos provocados por las inyecciones de analgésicos que recibía a diario de su médico personal, Conrad Murray, quien fue declarado culpable de homicidio involuntario por administrar incorrectamente la droga que provocó la muerte del artista.

El medio británico también reveló que el cantante tenia tatuados sus labios de color rosa y la parte delantera de su pelo y sus cejas de color negro. En el caso de sus rodillas presentaban magulladuras de las que se desconocen las causas.

Además de extraños cortes en la espalda, uno de los detalles más inquietantes fue que el Rey del Pop, como se le conocía popularmente, había perdido el pelo y llevaba una peluca de color negro pegada a la cabeza.

Se piensa que comenzó a utilizar ese aditamento luego de sufrir quemaduras de segundo y tercer grado durante la filmación de un comercial de Pepsi en 1984. El rodaje del material exigía que bajara por unas escaleras mientras se lanzaban fuegos artificiales a su alrededor, pero un error técnico provocó que unas chispas impactaran en su rostro provocándole heridas, explicó el medio argentino Infobae.

En el documental titulado Killing Michel Jackson, en el cual se ventilan los detalles relacionados con la muerte del cantante, se confirmó que se había hecho un tatuaje en la parte superior de la cabeza para oscurecer la zona y disimular la ausencia de cabello.

Christopher Rogers, el médico que supervisó la autopsia, señaló en declaraciones recogidas por The Mirror que el cambio de color en la piel de Jackson se debió a su padecimiento de vitíligo, por lo que "algunas áreas de la piel parecen claras y otras oscuras".

Los resultados de la autopsia revelaron además que en los intentos por salvarlo tras aparecer inconsciente en su casa los paramédicos le fracturaron algunas costillas y le provocaron hematomas en el pecho.

Uno de los detalles más escabrosos divulgados por The Mirror fue el estado de sus pies, que estaban llenos de hongos, callos y lastimaduras. "Parecían podridos", aseguró el medio británico.

Según su médico, Conrad Murray, el artista tenia tal obsesión con su privacidad que no permitió que nadie viera sus pies por años. Mientras, aumentaba su adicción a los analgésicos para mitigar los dolores.

En el libro This is it, una especie de biografía de Jackson escrita por Murray, este explica que sus pies "estaban cubiertos de callos... y tenían una infección fúngica crónica avanzada. Resultó que siempre usaba calcetines porque estaba muy avergonzado del aspecto de sus pies. Le sugerí que necesitaba un podólogo. Un día después de que sus pies fueran tratados, se sorprendió de que pudiera caminar y bailar sin dolor".

El artista murió el 25 de junio de 2009, oficialmente a causa de una intoxicación aguda de propofol y benzodiacepina en su casa en North Carolwood Drive en el barrio de Holmby Hills de Bel-Air, Los Ángeles, California.

Más información

Sin comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.