Alemania obliga desde el 1 de enero a todos los comerciantes a entregar un recibo por cada compra, para molestia de muchos empresarios y clientes.
Para protestar contra esto, un panadero de la Alta Baviera tuvo una idea dulce y azucarada: un ticket de compra comestible que incluye el número de identificación fiscal. Los fabrica con azúcar glaseado y se han convertido en el gran éxito de su tienda, reporta Euronews.