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Biotecnología

Una científica cubana detrás del sabor del chile habanero

La doctora Nancy Santana lleva 17 años trabajando en el mejoramiento de un producto considerado patrimonio económico y cultural de México.

Ciudad de México

Desde hace 17 años, la doctora Nancy Santana, del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), ha trabajado con su equipo en un proyecto de mejoramiento del chile habanero, uno de los cultivos endémicos de la Península de Yucatán, México.

Santana, que se estableció en ese país en 1993, trabajó primero en varios proyectos de investigación de cultivos como el café y las orquídeas.

"Empecé a ver con qué cultivos yo podía hacer algo que valiera la pena. Quería hacer algo que fuera realmente de interés para que pudiera llegar al productor, a la industria, a la sociedad", dijo al diario El Financiero.

Eligió el chile habanero pues lo consideró un reto para la biotecnología. Entonces diseñó el programa que lleva ejecutando desde 2001.

"En el caso de algunas (variedades de chile habanero) lo llevamos hasta cinco ciclos de selección, porque están más mezcladas y no es fácil estabilizarlas genéticamente", dijo. Para ese momento ya llevaban siete años de trabajo.

Toda la información de las variedades estudiadas se conserva en un banco de germoplasma, una fuente de información que concentra todos los datos genéticos de las variedades de plantas. Es único en México, según la investigadora.

Al término de este proceso, el proyecto registró nueve variedades de chile habanero que cumplieron con tres requisitos: que no haya otra similar, que tenga características estables y que haya alto nivel de plantas homogéneas. Estas variedades cuentan con la ventaja de ser mexicanas, de la zona de la Península de Yucatán, y aptas para rendir y producirse en las condiciones de la región.

Actualmente el equipo de la cubana ya cuenta con diez híbridos de habanero con características propias que no están presentes en ningún producto actualmente disponible en el mercado.

"¿Cuáles son las ventajas del híbrido? Es garantía de producción, es calidad del fruto, calidad de germinación, de tolerancia a todo el estrés ambiental, tanto de plagas, enfermedades, no digamos que son inmunes, pero soportan más que cualquier otras, por el vigor que adquieren cuando los cruzas", explicó.

En cuanto a su productividad, los híbridos obtenidos en el CICY pueden dar hasta 9,5 kilogramos de fruto por planta y alcanzan niveles de pungencia de hasta 700.000 unidades Scoville, que miden el picor de las sustancias.

Los proyectos de Santana no acaban con el chile habanero, considerado como un patrimonio cultural y económico para los mexicanos; también se ha propuesto como nuevo reto lograr una piña superior que se adapte mejor al clima de Yucatán.

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